Su ópera The Midsummer Marriage, finalizada en 1952, representó un parteaguas en su carrera. A partir de ahí, su estilo evolucionó, abandonando el lirismo exuberante para adoptar un lenguaje más austero y contundente. Esta transformación se evidencia de forma magistral en dos obras orquestales: el Concierto para Piano (1953-1955) y la Segunda Sinfonía (1957).
Si bien no son sus obras más conocidas, estas composiciones, recientemente interpretadas por Edward Gardner y su orquesta en el Royal Festival Hall de Londres (2023 y 2024, respectivamente), ofrecen una perspectiva privilegiada de la evolución estilística de Tippett. La grabación del Concierto para Piano, con Steven Osborne al piano, destaca por su precisión y detalle. Aunque la mezcla entre el piano y la orquesta no siempre es perfecta –la flauta solo domina las primeras notas, eclipsando en algunos momentos al piano–, la interpretación es vibrante.
El final del concierto, una especie de guiño a los "Ritual Dances" de The Midsummer Marriage, es simplemente explosivo, una muestra palpable de energía irreprimible. Por su parte, la Segunda Sinfonía, considerada por muchos como la obra más coherente de Tippett en este formato, se presenta con una fuerza rítmica impresionante y una escritura orquestal intrincadamente entrelazada. La dirección de Gardner y la interpretación de la orquesta son excepcionales.
Estas grabaciones, disponibles en plataformas digitales como Apple Music y Spotify, permiten apreciar la evolución creativa de un compositor clave del siglo XX, demostrando que la música clásica, lejos de ser estática, es un universo en constante movimiento y evolución.