En estos días, la tranquilidad de comunidades como Pacific Palisades, Malibu, Altadena y Pasadena se ha visto irremediablemente interrumpida. Incendios de proporciones catastróficas, que han arrasado más de 30,000 hectáreas y dejado un saldo lamentable de al menos 24 víctimas mortales, han sumido a la región en una crisis sin precedentes. La actriz mexicana Adriana Fonseca, quien reside en California, ha compartido desde una zona cercana a Encino, su impactante experiencia en medio de este caos.
Con 45 años a cuestas y una larga trayectoria en el mundo del espectáculo, Fonseca describe la situación con una crudeza que conmueve: “Se siente un dolor tremendo y un miedo porque está a punto de venirse para acá... ha estado como de que ya va dos veces me ha agarrado en la noche de que: ‘ya empaco o no empaco’, mis vecinos también: ‘ya nos vamos, vamos a evacuar’, entonces sí el sistema nervioso está sufriendo mucho”.
La comparación que realiza la actriz resulta escalofriante: "Se siente como una pandemia, o sea, andamos con cubrebocas, ahora pedimos el súper y no hay nada, no solo papel de baño, está escaso todo". La escasez no es un simple inconveniente; es una realidad que golpea con fuerza. La interrupción de las cadenas de suministro, consecuencia de las evacuaciones masivas, ha provocado una falta crítica de alimentos y medicamentos, generando una situación de estrés generalizado entre la población.
En medio de la desesperación, la solidaridad vecinal emerge como un faro de esperanza. La ayuda mutua se convierte en un elemento fundamental para sobrellevar la adversidad. La incertidumbre sobre el futuro inmediato pesa sobre la comunidad, pero la fortaleza humana, la capacidad de resistir y apoyarse mutuamente, se impone ante la tragedia.
Los desafíos son inmensos, pero la experiencia de Adriana Fonseca, y de miles de californianos, nos recuerda la fragilidad ante la naturaleza y la importancia de la unidad en momentos de crisis.