El rapero Sean "Diddy" Combs, de 55 años, se encuentra actualmente detenido en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn, a la espera de su juicio por cargos que incluyen tráfico sexual, asociación ilícita y prostitución, a los que se ha declarado inocente. Su arresto, ocurrido en marzo de 2024, siguió a una redada en sus mansiones de Los Ángeles y Miami, donde las autoridades encontraron más de 1,000 botellas de lubricante, diversas narcóticos y tres rifles AR-15.
La acusación, presentada en una larga imputación, describe una serie de fiestas sexuales conocidas como "freak-offs", en las que supuestamente Combs, junto con miembros de su "Combs Enterprise" (incluyendo personal de seguridad, personal doméstico y asistentes personales), facilitaron encuentros sexuales con el uso de drogas. Según la fiscalía, estas reuniones involucraban violencia física, amenazas y coerción para obligar a las víctimas a participar. Se alega que "Combs sometió a las víctimas a abuso físico, emocional y verbal para obligarlas a participar en los 'freak-offs', que a menudo grababa electrónicamente."
Sin embargo, el equipo legal de Combs presenta una defensa radicalmente distinta. En una moción presentada ante el tribunal federal de Nueva York, los abogados del rapero argumentan que nueve videos, supuestamente relacionados con una de las víctimas (a la que describen como una adulta que consentía plenamente y disfrutaba de las relaciones), demuestran la inocencia de su cliente. Afirman que las grabaciones muestran "actividad sexual privada entre adultos que consienten plenamente en una relación a largo plazo," y que la víctima se muestra "evidentemente feliz, dominante y completamente en control".
La defensa sostiene que estos videos, que presuntamente la víctima guardó durante años en su propio dispositivo y entregó al gobierno, refutan las acusaciones de que Combs los conservaba como "garantía". Además, niegan categóricamente la existencia de cámaras ocultas, orgías con otras celebridades, menores de edad, o cualquier indicio de coerción o violencia. Señalan la ausencia de evidencia de incapacitación por drogas o alcohol excesivo, y la falta de pruebas de tráfico sexual. Incluso acusan a la fiscalía de ser "sexista" y "puritana" al intentar "controlar la actividad sexual no conforme".
El equipo legal de Combs solicita la entrega electrónica de los videos para preparar la defensa en el juicio, argumentando que la negativa a proporcionarlos violaría sus derechos procesales. El juicio de Combs está programado para mayo. De ser declarado culpable, podría enfrentar cadena perpetua.