Pero esta vez, algo diferente ocurrió.
El miércoles 15 de enero de 2025, en el BFI Southbank de Londres, Timothée Chalamet irrumpió en la premiere de su nueva película, "Un completo desconocido", pero no de la manera esperada.
Olvídense de las limusinas. "Según The Guardian, Chalamet llegó pedaleando una bicicleta de alquiler Lime", un detalle que no pasó inadvertido. La imagen del actor, conocido por su estilo impecable, sobre dos ruedas y con un móvil en la mano, circuló rápidamente en redes sociales.
Este gesto, tan simple como aparentemente inesperado, generó un debate inmediato. ¿Una declaración de principios? ¿Una estrategia de marketing cuidadosamente orquestada? ¿O simplemente un medio de transporte práctico?
El contraste con otras llegadas a estrenos de Hollywood es innegable. The Guardian recordó, como ejemplo, la entrada de Tom Cruise en la premiere de "Misión: Imposible 3", una compleja coreografía urbana que incluyó motocicleta, lancha, taxi, helicóptero, auto deportivo y metro. Un espectáculo muy lejano a la discreta llegada de Chalamet.
Pero no es la primera vez que una estrella busca redefinir su imagen pública de manera tan atrevida. Se menciona el caso de Ryan Gosling en 2024, quien apareció en la premiere de "The Fall Guy" con el atuendo de un personaje de "Beavis and Butt-Head".
La llegada de Chalamet en bicicleta plantea preguntas: ¿Recorrió una larga distancia o solo los últimos metros? ¿Su impecable atuendo no desmiente las inclemencias del clima londinense? El propio The Guardian apunta a estas inconsistencias, sugiriendo la posibilidad de una estrategia cuidadosamente orquestada, más que una decisión espontánea.
Sin embargo, también se puede interpretar como un mensaje ecologista y de cercanía con el público, una declaración sutil pero efectiva en una ciudad comprometida con la movilidad sostenible como Londres. Una imagen que, independientemente de su motivación, ha generado un debate que va mucho más allá de la alfombra roja.
La puntualidad de Chalamet a pesar del transporte elegido, y la ausencia de cualquier rastro de esfuerzo o incomodidad en su apariencia, son detalles que alimentan las especulaciones sobre la autenticidad del evento. El debate queda abierto.