Kat Dennings, reconocida por su papel en la exitosa serie 2 chicas en quiebra y por encarnar a 'Darcy Lewis' en el Universo Cinematográfico Marvel, ha regresado a la escena televisiva con Shifting Gears, una nueva comedia de ABC. Esta vuelta a la pequeña pantalla ha supuesto un reencuentro con la energía vibrante de una audiencia en vivo, una experiencia que, según ella misma ha confesado, ha cambiado significativamente con el paso del tiempo.
En Shifting Gears, Dennings interpreta a 'Riley', una mujer que, tras cansarse de la apatía de su esposo, se ve obligada a regresar a la casa de su conflictivo padre, interpretado por Tim Allen. La dinámica familiar, llena de conflictos y humor, se desarrolla frente a una audiencia expectante, un público que, para Dennings, representa algo más que simples espectadores.
En una entrevista concedida a Collider, la actriz reflexionó sobre su experiencia actuando frente a una audiencia en vivo: "La audiencia en vivo es realmente increíble. Recuerdo que en 2 Broke Girls, antes solo había hecho películas pequeñas, así que me asusté al comienzo del programa." Esta confesión revela la evolución de su perspectiva, la transformación de un sentimiento inicial de inseguridad a una completa aceptación y, incluso, disfrute del reto.
La actriz detalla cómo ha ido cambiando su perspectiva: "No estaba muy segura de cómo manejarme entre la multitud y me sentí realmente loco. Y luego me acostumbré. Ahora realmente me encanta. Se sienten casi como un personaje más. Son una herramienta. Sabemos que algo funciona si se ríen."
Sin embargo, no todo es risas y aplausos. Dennings admite una peculiaridad que aún le genera nerviosismo: "Es muy raro. La introducción es la parte que menos me gusta, de hecho. Es antes de que empecemos a disparar y me pongo muy nerviosa. Y luego, tan pronto como rodamos y hacemos una escena, no me pongo nerviosa en absoluto. Es que cuando intento saludar a todos, me siento como si tuviera 6 años y estuviera asustada, pero es genial."
Esta experiencia, matizada por la evolución personal y profesional de la actriz, demuestra la complejidad y la riqueza que encierra la interacción entre intérprete y público, un vínculo invisible que puede definir el éxito o el fracaso de una producción.