Este año, una figura querida del espectáculo mexicano decidió enfrentar una cirugía pendiente, aprovechando el receso de fin de año para priorizar su salud.
Aunque la noticia se difundió rápidamente a través de las redes sociales, la propia Maribel Guardia compartió detalles en su cuenta de Instagram. En un post, mostró imágenes de su paso por el hospital, dejando ver su lado más humano y vulnerable. “Empecé el año cuidando la salud. Hace 11 años me operé el ojo derecho para ver de cerca, debía operarme el izquierdo para ver de lejos un mes después, pero con tanto trabajo y contratiempos hasta ahora pude hacerlo, soy la mujer biónica,” escribió la actriz, con su característico humor.
Se trató de una cirugía ambulatoria en el ojo izquierdo, una intervención que, según explicó, tenía programada desde hace más de una década. La acumulación de trabajo y diversos imprevistos habían pospuesto la operación hasta ahora. La publicación en redes sociales no sólo documentó su experiencia, sino que también sirvió como un recordatorio para sus seguidores.
Más allá de la intervención médica, Maribel aprovechó la oportunidad para enfatizar la importancia del cuidado de la salud. Su mensaje a sus fans fue directo y conciso: “Recuerden que la salud es primero, háganse todos los exámenes que se tengan que hacer y chequense. ¿Empezaste el año cuidando tu salud?”
Pero la historia no termina ahí. La coincidencia de esta cirugía con el periodo de fin de año nos revela otro aspecto de la vida de Maribel. En una entrevista posterior, al llegar al Aeropuerto de la Ciudad de México, compartió cómo decidió pasar la última noche del año: trabajando. “Fui a cantar el 31. Es un buen día para trabajar en lugar de estar pensando en cosas. Tuve dos eventos esa noche; después de ahí fui a cantar a otro lugar, así que me la pasé chambeando,” comentó.
Esta decisión, según explicó, está ligada a un proceso de duelo y reflexión personal. Las fechas decembrinas tienen un significado especial, cargado de nostalgia y recuerdos. “El 31 siempre es un día muy duro…” admitió, demostrando una fortaleza admirable ante la adversidad y una profunda conexión con su público. Su mensaje final se centra en la resiliencia, y en la gratitud: “Lo que veo en el espejo es una mujer agradecida con Dios, dispuesta a enfrentar todos los retos que la vida me ha puesto, que a veces han sido muy duros. Lo que más admiro de mí es mi espíritu, porque he logrado sobrevivir a momentos en los que piensas que no podrás seguir adelante.”
La historia de Maribel Guardia trasciende una simple cirugía; es un testimonio de la importancia de la salud física y mental, y una muestra de resiliencia ante los desafíos de la vida.