Patrulla Fronteriza incauta 84 kilos de cocaína en Calexico

Todo comenzó como un procedimiento de inspección rutinaria. Un conductor masculino arribó al puerto de entrada este de Calexico al mando de un tráiler transportador de autos con destino a Pomona, California. Según declaró, su misión era recoger vehículos para llevarlos después a Mexicali, México. Sin embargo, algo en su comportamiento o en la documentación levantó sospechas entre los agentes, quienes decidieron someter el vehículo a una revisión secundaria.
Fue entonces cuando la tecnología jugó un papel clave. "Mediante escáneres de rayos X y el apoyo de un canino entrenado, detectamos irregularidades en la estructura del tráiler", detalló un portavoz de la CBP. Tras una inspección física, los oficiales hallaron 70 paquetes ocultos estratégicamente dentro del remolque, los cuales contenían una sustancia blanca en polvo. Las pruebas de campo confirmaron lo que ya se intuía: 186 libras (84 kilos) de cocaína, con un valor estimado en millones de dólares en el mercado negro.
El caso tomó un giro judicial inmediato. Agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), adscritos a ICE, se presentaron en el lugar para tomar control de la investigación. Mientras tanto, el conductor —cuyo nombre no ha sido revelado— vio cancelada su visa y fue arrestado bajo cargos federales por narcotráfico. La mercancía ilegal, junto con el tráiler y el tractocamión, quedaron asegurados como evidencia.
"Esta incautación refleja nuestro compromiso de cerrar el paso a las organizaciones criminales", declaró Roque Caza, director del Puerto de Entrada de Calexico. Aunque no especificó si el detenido tenía vínculos con el crimen organizado, enfatizó que el uso de inteligencia y tecnología ha permitido a la CBP mantenerse un paso adelante en la lucha contra el tráfico de drogas.
Mientras las autoridades continúan con las pesquisas, el operativo sirve como recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes intentan burlar los controles fronterizos. Con técnicas cada vez más depuradas, los cárteles insisten en infiltrar cargamentos ilegales, pero casos como este revelan que los protocolos de revisión siguen siendo un obstáculo difícil de superar.