Se trata de Ben Affleck, de 52 años, quien fue visto paseando a un imponente pastor alemán, junto a su hijo Sam, de 12 años. Lo que a simple vista podría parecer una tarde familiar, adquiere otra dimensión al observar la presencia de dos entrenadores de Trident Elite Protection Dogs. La imagen familiar se completó con Sam, quien lucía relajado en pantalones de pijama y camiseta, manejando con entusiasmo la correa naranja y negra del perro.
El actor, con un cómodo atuendo informal – cardigan gris y blanco, camisa blanca y pantalones beige–, proyectó una imagen serena. Sin embargo, el contexto sugiere otra cosa. El vecindario, una zona exclusiva de Los Ángeles, no se encuentra inmune a los recientes sucesos.
La presencia de la escolta canina se entiende mejor al considerar el clima de seguridad en la zona. En días anteriores, la presencia de agentes de la ley y del FBI investigando un incidente con un dron que chocó contra un avión cisterna durante los trabajos para controlar el incendio de Palisades, además de la presencia de la Guardia Nacional en la zona, ha aumentado la preocupación. La casa de Affleck, según reportes, está cerca de la zona de evacuación, lo que podría explicar las medidas de seguridad adicionales.
La coincidencia temporal con la presencia policial, incluyendo un incidente reportado de posible allanamiento en la madrugada del domingo donde fueron detenidas dos personas por violar el toque de queda, no escapa a la observación. Se sabe que la vicepresidenta Kamala Harris y su esposo, Doug Emhoff, tienen una residencia cercana, lo que añade otra capa de complejidad a la situación. Según Page Six, la pareja planea usar su casa en California como residencia principal tras dejar el cargo.
Mientras tanto, Affleck, parece estar priorizando la seguridad de su familia en lugar de asistir al Festival de Cine de Sundance, donde se estrenará "Kiss of the Spider Woman", película que produjo y en la cual participa su ex-esposa, Jennifer Lopez. Fuentes cercanas sugieren que su ausencia se debe al deseo de evitar que la atención mediática se centre en su relación pasada en lugar del trabajo cinematográfico.
La imagen del actor paseando a su perro, en apariencia tranquila, contrasta con un trasfondo de medidas de seguridad reforzadas en su entorno. Un detalle aparentemente simple, que revela una realidad más compleja.