En este contexto, floreció el talento de una mujer que, aunque eclipsada por su famosa hermana, dejó una huella imborrable en el arte y la historia.
Hablamos de Hélène de Beauvoir, hermana menor de la icónica Simone de Beauvoir. Mientras Simone se convertía en un símbolo del feminismo a nivel mundial, Hélène, una artista polifacética, construía su propia narrativa a través de pinceladas y grabados. Su trabajo, elogiado por figuras como Picasso, quien calificó su obra como "original" en su primera exposición parisina en 1936, permaneció por mucho tiempo en las sombras.
Pero la historia está cambiando. Una exposición en la Galería Amar de Londres, titulada "La Mujer Destruida", pone en relieve la extraordinaria carrera de Hélène. Amar Singh, el galerista, relata su búsqueda incansable de artistas olvidados: "Nuestra misión es encontrar a aquellos artistas que han sido pasados por alto". Su interés por el arte parisino de los años 30 lo llevó a descubrir el legado de Hélène, desencadenando una fascinante historia familiar.
La exposición, centrada en 13 pinturas al óleo y 9 acuarelas, muestra la evolución artística de Hélène, desde el figurativo hasta el abstracto, siempre con fuertes temas feministas y ecologistas. Además, se exhibirá una primera edición del libro "La Mujer Destruida", de Simone de Beauvoir, ilustrado con grabados de Hélène, una colaboración única entre las hermanas. Esta obra, inspirada en la vida de su madre y en la relación entre Simone y Jean-Paul Sartre, refleja la compleja dinámica familiar y la posición de la mujer en la sociedad.
Claudine Monteil, amiga cercana de ambas hermanas y autora de seis libros sobre ellas, describe a Hélène como una mujer adelantada a su tiempo: "Ella hizo pinturas de la revolución estudiantil de 1968 y abordó temas de mujeres en los años 70, así como la defensa de la naturaleza y el medio ambiente". Monteil, quien conoció a Simone en su juventud, relata anécdotas que revelan la compleja relación entre las hermanas, incluyendo la vez que Sartre, luego de rechazar el Premio Nobel de la Paz, se escondió en la casa de Hélène para evitar a la prensa.
La exposición también resalta la activa participación de Hélène en el movimiento feminista, incluyendo su firma del "Manifiesto de las 343 Mujeres" en 1971, donde se declaraba abiertamente a favor del aborto legal. Su trabajo, presente en colecciones de prestigiosos museos como el Pompidou y el Uffizi, es un testimonio de su talento y compromiso social. La historia de Hélène es un llamado a revisar la narrativa histórica, reconociendo las contribuciones de mujeres que, por diversas razones, fueron silenciadas.
Hélène, presidenta de un refugio para mujeres en Estrasburgo, dejó un legado de lucha y esperanza. Su vida, marcada por la creatividad, la valentía y la solidaridad, continúa inspirando a nuevas generaciones.