El centro de la controversia es Rakim Mayers, conocido mundialmente como A$AP Rocky. Este rapero, ícono de la moda y actor, se enfrenta a una posible condena de hasta 24 años de prisión por un incidente ocurrido en 2021 cerca de un hotel en Hollywood. Se le acusa de disparar a un antiguo amigo, Terell Ephron, quien declaró que su relación se había deteriorado antes del incidente.
La fiscalía ofreció un acuerdo: declararse culpable de un cargo de asalto con arma de fuego a cambio de 180 días de prisión, siete años de sentencia suspendida, tres años de libertad condicional y seis meses de cárcel. Sin embargo, A$AP Rocky rechazó la oferta, optando por enfrentar el juicio y el riesgo de una condena mucho más severa.
Una pieza clave en la estrategia de la defensa es la naturaleza del arma. El abogado de Rocky, Joe Tacopina, anunció que presentará testigos que afirman que el arma que se ve en un video de seguridad era una “pistola de arranque”, utilizada por el artista como accesorio por motivos de seguridad. Esta estrategia, no revelada en audiencias previas, podría cambiar el rumbo del caso.
La selección del jurado comenzó el martes, con un panel de más de 100 candidatos. Se espera que las declaraciones iniciales comiencen el miércoles o posteriormente, una vez seleccionados los 12 jurados titulares y sus suplentes. El juez Mark Arnold ha establecido límites estrictos al tiempo de interrogatorio para agilizar el proceso. “El Sr. Mayers es un artista... una celebridad, eso no puede perjudicarlo, ni beneficiarlo,” afirmó el juez, haciendo hincapié en la imparcialidad del proceso.
El juicio se desarrollará con la presencia de medios de comunicación, lo que añade otra capa de complejidad a un caso que ya atrae la atención mundial. Mientras tanto, la vida de A$AP Rocky, desde su nombramiento como presidente de celebridades de la Gala del Met hasta su papel en una película junto a Denzel Washington, pende de un hilo a la espera del veredicto.
El impacto en su carrera y vida personal, especialmente considerando su relación con Rihanna y sus dos hijos pequeños, es innegable. La ausencia de Rihanna en los procedimientos del martes alimenta aún más la expectación sobre el desenlace del juicio.