Bad Bunny impulsa la economía de Puerto Rico con su residencia histórica

Algo grande está pasando en Puerto Rico, y no es solo el clima caribeño lo que atrae a miles de visitantes.
Detrás de este fenómeno hay un nombre que resuena más fuerte que nunca: Bad Bunny. El artista no solo ha roto récords en plataformas digitales, sino que ahora está dejando una huella palpable en la economía de su tierra natal. Su residencia "No Me Quiero Ir De Aquí", en el Coliseo José Miguel Agrelot —mejor conocido como "El Choli"—, se ha convertido en un imán turístico sin precedentes.
Los números no mienten:
Ahora, con el cierre de la residencia a la vista, San Juan se prepara para despedir un capítulo que ya quedará marcado en la historia reciente de la isla. Bad Bunny no solo llevó su música a casa, sino que demostró una vez más que el arte puede ser también un motor de transformación social.