El diseñador australiano Alex Perry, a sus 61 años, sorprendió a sus seguidores de Instagram con una fotografía donde luce un físico notablemente musculoso. En la imagen, con gafas oscuras y gorra, Perry posa con una actitud sugerente, dejando entrever una transformación física considerable. La publicación, acompañada de un emoticón de puño y la mención a su entrenador personal, Simon, generó una inmediata reacción.
Pero la atención no se centró únicamente en su renovada apariencia física. Paralelamente, un video de archivo de Australia’s Next Top Model, el reality show donde Perry fue juez, se viralizó en TikTok. Este material ha revivido polémicas declaraciones del diseñador sobre las concursantes, muchas de ellas adolescentes, desatando una ola de críticas por sus comentarios considerados como body shaming y discriminatorios.
En el video, se escuchan frases como: “¿Qué son esos pies? ¿Pies de gorila? ¿Pies transgénero?”, o “Basta de comer, tienen que ejercitarse. Súbanse a la caminadora”. También se le ve midiendo a las modelos con una cinta métrica y haciendo juicios de valor sobre su peso y apariencia: “Es muy bonita, muy elegante… piel hermosa… ¿Creen que deba bajar algunos kilos?”
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Usuarios de TikTok y otras plataformas expresaron su indignación con comentarios como: “Alex Perry se está comiendo su propio karma”, “¿Cómo es que Alex Perry no ha sido cancelado?”, o “Alex Perry, nunca podrán hacerme gustarte”. Algunos incluso compararon el programa con las sátiras de Chris Lilley, destacando la crudeza de algunos momentos.
El programa, que alcanzó altos niveles de audiencia, presentó una dinámica que incluyó bullying, insultos verbales y físicos, y una fuerte presión sobre la imagen corporal de las jóvenes participantes. Incluso el director de estilo del programa, Jonathan Pearce, aparece en el video exigiendo que las modelos dejen de tomar café durante una sesión de fotos de trajes de baño.
Una ex concursante, hablando con Daily Mail Australia bajo condición de anonimato, señaló que el programa era un reflejo de la industria de la moda de principios de los 2000s. Sin embargo, la opinión pública ha resaltado la necesidad de reflexionar sobre los estándares de belleza y la presión ejercida sobre las modelos jóvenes.
La controversia pone de manifiesto la evolución de las sensibilidades sociales y la importancia del debate sobre la imagen corporal y el respeto en la industria del entretenimiento.