La revista Vanity Fair, en su edición francesa, se adentró recientemente en la vida de Catherine Deneuve, revelando facetas desconocidas de esta icónica actriz. Más allá de sus papeles en clásicos como Belle de Jour y Los paraguas de Cherburgo, la publicación desvela una historia de resiliencia, marcada por pérdidas y decisiones que desafiaron las convenciones.
El artículo describe a Deneuve como una figura atemporal, cuya inexpresividad en pantalla, lejos de ser una limitación, se convirtió en su sello distintivo. Directores como Luis Buñuel y François Truffaut supieron aprovechar su capacidad para transmitir emociones con una sutileza que cautivaba al público. Sin embargo, la actriz siempre mantuvo una distancia prudencial del frenesí mediático, buscando un equilibrio entre su estatus de estrella y su vida privada. "Su reacción ante la adulación era una tímida mezcla de cortesía y reserva," describe la publicación, reflejando su humanidad palpable.
La publicación destaca el impacto que tuvo en ella un derrame cerebral sufrido en 2019. Su recuperación, en el hospital de Les Invalides, la acercó a la fragilidad humana, a la vez que fortaleció su espíritu. La lectura de El Lambeau, de Philippe Lançon, resultó ser inesperadamente reconfortante. Rodeada de jóvenes soldados y otros pacientes en rehabilitación, Deneuve encontró una nueva perspectiva ante la adversidad.
La revista también explora las controversias que acompañaron a la actriz a lo largo de su trayectoria. Su postura crítica hacia algunos aspectos del movimiento #MeToo, así como su relación con directores como Roman Polanski, son abordadas con un enfoque que busca contextualizar sus declaraciones sin emitir juicios. "Su enfoque siempre fue más pragmático que militante," afirma el artículo. Se menciona también su complicada relación con la figura del feminismo contemporáneo.
Más allá de su carrera profesional, Vanity Fair destaca la importancia de su familia en la vida de Deneuve. La pérdida de su hermana Françoise, la influencia de su padre, y su estrecha conexión con su perro Jack, un shiba inu de 13 años, son elementos que dan una dimensión más humana y cercana a la figura icónica que representa. La publicación destaca una vida marcada por la pérdida y resiliencia, pero también por la búsqueda de un equilibrio personal.
Finalmente, la revista concluye presentando a Catherine Deneuve no solo como un ícono cinematográfico, sino como un ejemplo de autenticidad y perseverancia, una mujer que ha logrado transitar su vida y carrera con una elegancia y discreción dignas de admiración. La imagen de Deneuve, fotografiada por Helmut Newton para Vogue, sirve como broche de oro para un perfil que invita a la reflexión sobre la complejidad de la vida y la perseverancia ante la adversidad.