El protagonista de esta escena: Brad Pitt. No se trata de un estreno cinematográfico ni una conferencia de prensa, sino de algo mucho más personal. Semanas después de finalizar su prolongado divorcio de Angelina Jolie, un proceso legal que duró ocho años, Pitt ha sido visto con un nuevo aspecto y un nuevo juguete.
El actor, reconocido por películas como El club de la pelea, fue captado conduciendo un Porsche 911 GTS, un vehículo que, según el sitio web del fabricante, tiene un precio base de USD 164,900. Más allá del auto, lo que llamó la atención fue su imagen: una barba gris que le otorga un aire de madurez y tranquilidad, un cambio notable comparado con sus apariciones previas.
El miércoles pasado, Pitt fue fotografiado en Los Ángeles, con un look casual pero elegante. Vestía una chaqueta gris sobre una camisa azul cielo, pantalones oscuros y calzado deportivo. Completaba el atuendo con un sombrero pescador beige y gafas de sol. Incluso, se le pudo apreciar un bolso personalizado con sus iniciales, BP, bordadas.
Se le vio con un semblante relajado, según testigos, incluso sonriente. Iba solo, sin compañía aparente. Este detalle refuerza la impresión de un hombre que encuentra paz tras un capítulo tan complejo de su vida. El divorcio con Jolie, concretado a finales de 2024, marcó el fin de una batalla legal que comenzó en 2016, luego de un supuesto incidente en un avión privado.
La separación, además de la disputa legal, implicó complejidades familiares. La relación de Pitt con sus seis hijos con Jolie ha sido tema de especulación. Algunos de ellos, incluso, han optado por no usar el apellido Pitt, como es el caso de Shiloh, quien cambió legalmente su nombre a Shiloh Nouvel Jolie. Zahara y Vivienne también parecen haber dejado de utilizarlo en apariciones públicas.
El cambio de imagen de Brad Pitt, sin duda, refleja una nueva etapa en su vida, una etapa marcada por la tranquilidad y el comienzo de un nuevo capítulo, lejos del frenesí mediático que caracterizó su divorcio.