Al principio, la charla parecía fluir sin rumbo fijo, recuerdos dispersos, anécdotas… hasta que la identidad de la entrevistada tomó protagonismo.
Se trataba de Karla Sofía Gascón, en una charla íntima con Yordi Rosado. El nombre, quizá, te suene familiar a estas alturas. No es una conversación cualquiera. De hecho, se adentra en aspectos muy personales de su vida.
Karla, con una transparencia asombrosa, revela que desde los cuatro años tuvo clara su identidad de género. "Desde los 4 años que era y que pasaba conmigo, pero no había ninguna posibilidad de cambiarlo," recuerda. Piensa en eso. Cuatro años. Una edad en la que la mayoría de nosotros apenas empezamos a entender el mundo, ella ya lidiaba con una realidad compleja en un entorno que no estaba preparado para comprenderla.
Su camino hacia la transición no fue fácil. La falta de recursos y la incomprensión en su país la llevaron a dudar, a preguntarse si lo que sentía era una enfermedad. Afortunadamente, el apoyo del equipo de la unidad de identidad de género fue fundamental. "De la misma manera que un embarazo no es una enfermedad, de la misma manera que la menopausia no es una enfermedad…", le explicaron, disipando sus temores y validando su experiencia.
Pero la clave, sin duda, estuvo en el apoyo incondicional de sus padres. Cuando se lo contó, la respuesta de su madre fue sencilla, pero cargada de significado: "Te creo". Dos palabras que resonaron con una fuerza inmensa. Esas dos palabras cambiaron su mundo, confirmando la confianza y el amor familiar que la sostenían.
La conversación da un reves, y nos encontramos con la Karla actriz. A los 16 años supo que quería ser actriz. Una decisión audaz que la llevó a trabajar en España. Incluso participó en programas de jazz, una experiencia que describe con humor: "Odio el jazz, pero… tuve que tragarme todos los programas que hacía Televisión Española de jazz".
Su llegada a México marcó un nuevo capítulo. Se enfrentó a la "venganza de Moctezuma" –como ella misma lo describe– y a un terremoto. Experiencias intensas, sí, pero que no lograron quebrar su espíritu. Su trabajo en películas como Nosotros los Nobles (como Peter, prometido de Bárbara Noble) la catapultó a la fama en México, consolidando su carrera y ganándose el cariño del público.
Entre risas, relata anécdotas divertidas, como la vez que creyó ver OVNIs, resultando ser satélites de Elon Musk. La charla también toca temas profundos: la importancia del apoyo familiar, la lucha contra la intolerancia y la necesidad de un mundo más inclusivo.
La imagen final es la de una mujer segura de sí misma, que ha superado adversidades para encontrar su lugar en el mundo, dejando una huella imborrable en la pantalla y en la vida de quienes la conocen.