El debate se ha intensificado con las recientes declaraciones de Paul McCartney, quien en una entrevista con la BBC, próxima a emitirse, expresa su preocupación ante una propuesta del gobierno británico que permitiría el uso de obras de creadores para entrenar modelos de IA, a menos que estos se opongan explícitamente. A sus 82 años, el ex Beatle advierte sobre las consecuencias de esta medida.
Según McCartney, “se roba el trabajo de los artistas y se genera una pérdida de creatividad”. Imaginemos a jóvenes talentos, agrega, componiendo canciones hermosas, sin tener el control sobre su propia obra. Cualquier persona podría usarla sin restricciones. Su crítica es contundente: “El dinero va a parar a algún sitio… Alguien recibe el pago, ¿por qué no debería ser la persona que se sentó a escribir ‘Yesterday’?”
El gobierno laborista del Reino Unido, que busca posicionar a Gran Bretaña como líder mundial en IA, lanzó en diciembre de 2024 una consulta para analizar cómo la ley de derechos de autor puede “permitir a los creadores y titulares de derechos ejercer control sobre el uso de sus obras para el entrenamiento de IA y obtener remuneración por ello”, al tiempo que “garantiza a los desarrolladores de IA un fácil acceso a una amplia gama de contenido creativo de alta calidad”, según la Associated Press.
McCartney no se queda callado: “Somos la gente, ustedes son el gobierno. Se supone que deben protegernos. Ese es su trabajo”, afirma. “Así que, si van a aprobar un proyecto de ley, asegúrense de proteger a los pensadores creativos, a los artistas creativos, o no los van a tener.” La ironía no se escapa: la canción final de los Beatles, "Now and Then", lanzada en 2023, utilizó una forma de IA llamada "separación de stems" para mejorar una demo de John Lennon de hace 60 años.
Este no es un caso aislado. En abril de 2024, artistas de la talla de Billie Eilish, Pearl Jam y Nicki Minaj, entre otros 200 artistas, firmaron una carta abierta dirigida a empresas tecnológicas y desarrolladores de IA, criticando las prácticas irresponsables y calificándolas como un “atentado contra la creatividad humana” que “debe detenerse”. El debate sobre el impacto de la IA en la industria del entretenimiento, la música y la vida diaria, está lejos de concluir.
La preocupación de McCartney, un ícono de la música mundial, resuena en el sector. El futuro de la creación artística en la era de la IA dependerá, sin duda, de cómo se equilibren la innovación tecnológica y la protección de los derechos de los creadores.