El reto de Justin Timberlake para convencer a Beyoncé de un sketch en SNL
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Nicol Matuz Scott
Todo comenzó en el 2008, con un episodio memorable conducido por Paul Rudd y la participación musical de Beyoncé. Un integrante clave del elenco, Bobby Moynihan, tuvo una idea brillante: un sketch cómico con tres bailarines de apoyo para el video de "Single Ladies".
La propuesta, aparentemente simple, se convirtió en un reto cuando se trató de convencer a la mismísima Beyoncé. Andy Samberg, amigo de Justin Timberlake, le envió un mensaje: "Bobby Moynihan tiene una gran idea para un sketch contigo, conmigo y él como bailarines de fondo de Beyoncé, que nunca llegaron al corte". ¿La condición? "Leotardo completo", respondió Samberg.
Timberlake, inicialmente sin planes de participar en el episodio, aceptó el reto. La idea le pareció hilarante: tres hombres, en leotardos, interpretando la coreografía icónica de "Single Ladies". Sin embargo, existía un obstáculo considerable: convencer a la diva.
Según Timberlake, en el documental Ladies & Gentlemen... 50 Years of SNL Music, Beyoncé fue "muy educada, pero muy reticente. Y cuando digo reticente, quiero decir que no lo veía". Para convencerla, Timberlake tomó una medida drástica: se vistió con el atuendo completo —leotardo, medias, tacones— y se presentó ante ella. "Golpeé a su puerta, me quité la bata, puse las manos en las caderas y ella dijo: ‘¡No lo hiciste!’", narró Timberlake.
El resultado, como todos sabemos, fue un éxito rotundo. El sketch se convirtió en un clásico instantáneo, recordado por su humor inesperado y la buena disposición de Beyoncé, quien finalmente aceptó participar. El trabajo de Samberg fue clave, quien junto a Spade y Carvey, en el podcast "Fly in the Wall", aseguró que alentaron a Timberlake a ser quien convenciera a Beyoncé por su fama y el valor añadido de la propuesta: "celebraremos a Beyoncé con un leotardo".
El sketch, con Timberlake, Samberg y Moynihan interpretando a los torpes bailarines, es un ejemplo perfecto de cómo una idea audaz, con un poco de convicción (y un leotardo), puede convertirse en un momento memorable en la historia de la televisión.
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