En medio de este revuelo, dos nombres resuenan con fuerza: Matthew Lillard y Scott Foley. Ambos actores, recordados por sus papeles en Scream (1996) y Scream 3 (2000) respectivamente, parecen estar de vuelta. La noticia, inicialmente surgida de Deadline, indica el regreso de Scott Foley, de 52 años, en un rol aún no revelado para la película que se estrenará en febrero de 2026.
Pero la sorpresa no termina ahí. Lillard, de 55 años, compartió un video críptico en Instagram, donde se le ve escribiendo a mano la icónica frase de su personaje: “¡Mis padres me van a matar!”. Esta publicación, lejos de aclarar las cosas, ha incrementado el misterio, alimentando las teorías de los fans sobre su posible participación.
Sin embargo, aquí surge la gran pregunta: ¿cómo es posible su regreso? Tanto el personaje de Lillard, Stu Macher, como el de Foley, Roman Bridger, aparentemente murieron en sus respectivas películas. Stu, uno de los asesinos tras la máscara de Ghostface en la primera película, recibió una brutal paliza que lo dejó aparentemente sin vida. Roman, el director de Stab 3 y cerebro detrás de los asesinatos en la tercera entrega, recibió un disparo en la cabeza.
La trama de la séptima película, dirigida por Kevin Williamson y con el regreso de Neve Campbell (51) y Courteney Cox (60), se mantiene en secreto. Pero el regreso de estos personajes abre un abanico de posibilidades: ¿serán flashbacks? ¿se tratará de un giro argumental inesperado? ¿Habrá alguna explicación sobrenatural que justifique su resurrección? Las posibilidades son infinitas, y la anticipación entre los fans crece con cada día que pasa.
Mientras tanto, la productora Spyglass Media Group y los representantes de Lillard guardan silencio. El misterio permanece, dejando a la audiencia mexicana ávida por descubrir cómo se resolverá este enigma en la esperada secuela. La incógnita de si estos personajes retornarán como sus versiones originales o en nuevas encarnaciones, mantiene la intriga a tope.