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Se trata de Danny Dyer, de 47 años, quien recientemente reveló en su podcast, "Live And Let Dyers", detalles sobre una próxima intervención quirúrgica. Aunque inicialmente la conversación giró en torno a otros temas, la charla terminó desviándose hacia una condición médica que requiere atención.
La noticia, que ha generado gran interés en redes sociales, no es sobre un nuevo papel ni una controversia en un programa de televisión, sino sobre un problema de salud que, según él mismo describe, lo ha aquejado por tiempo. "Necesito que me lo arreglen – voy a tener una reducción en... mi 'cosa'," comentó en tono jocoso, antes de que su hija, Dani, lo corrigiera con precisión.
La condición, según aclaró el actor, es un hidrocele, una inflamación en el escroto provocada por la acumulación de líquido alrededor de los testículos. "Es un hidrocele, y mi papá tuvo la operación," explicó Danny, revelando que la decisión de someterse a la cirugía fue impulsada, en parte, por su padre, quien ya pasó por una experiencia similar. "Siempre me ha estado diciendo: 'Tienes que hacerte eso, no está bien. Dios no te hizo así'," recordó el actor, relatando la insistencia paterna. La anécdota, sin embargo, tiene un giro inesperado.
Al parecer, la experiencia de su padre con la cirugía no fue del todo positiva. "Se lo hizo y después me dijo: '¡No te lo hagas, no te lo hagas! ¡No me puedo sentar!'", compartió Dyer con humor. A pesar de las advertencias familiares y de la incertidumbre, parece que el actor está decidido a superar este tema.
Curiosamente, esta confesión llega justo después de un incidente durante su participación en el programa "A League Of Their Own", donde su reacción a un regalo del futbolista Jorginho generó comentarios en las redes. Independientemente de las especulaciones, la historia sobre la cirugía de Dyer es el tema que ha acaparado la atención de medios y público. El actor, conocido por su franqueza, ha vuelto a sorprender con un detalle de su vida privada.
La información sobre la fecha de la cirugía aún no ha sido confirmada, pero la anécdota familiar que la acompaña ha añadido un toque de humor a una noticia que, de otra manera, podría resultar más seria.