Papa León XIV exige acogida a migrantes en histórica homilía

León XIV, el primer papa estadounidense en la historia y exmisionero en Perú, no eligió palabras tibias. "Esas barcas que buscan puerto seguro y esos ojos llenos de angustia no merecen indiferencia ni el estigma de la discriminación", afirmó durante la misa del Jubileo dedicado a migrantes y misioneros. La homilía, cargada de simbolismo, llegó en un momento donde las rutas migratorias —desde el Mediterráneo hasta la frontera sur de México— siguen cobrando vidas.
El pontífice detalló tres dramas que persiguen a quienes huyen:
El dato que hizo vibrar a la multitud: entre los asistentes había refugiados sirios, haitianos desplazados tras los terremotos, y centroamericanos que sobrevivieron a la ruta del Darién. Muchos portaban carteles con nombres de familiares desaparecidos en el camino. Para ellos, el mensaje del papa fue claro: "Los desiertos que atravesaron son, en la Biblia, lugares donde Dios aparece. Él camina con ustedes".
Europa recibió un llamado directo. La Iglesia del Viejo Continente, insistió, debe liderar un "impulso misionero nuevo", especialmente entre jóvenes. ¿La meta? Convertir parroquias en redes de acogida, no solo en espacios de ritual. Mientras ajustaba su estola, una última frase quedó flotando sobre la plaza: "A los migrantes: sean siempre bienvenidos. No como limosna, sino como hermanos".