La actriz Laisha Wilkins, conocida por su activa participación en debates políticos en X (antes Twitter), se convirtió en el centro de la polémica luego de cuestionar un artículo de la periodista Denise Maerker. El artículo, publicado el lunes 3 de febrero, elogiaba la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum ante la reciente suspensión temporal de los aranceles entre Estados Unidos y México, lograda tras un acuerdo en materia de seguridad y comercio. Maerker, en su columna, destacaba la imagen positiva de Sheinbaum como una líder eficaz ante la crisis.
Wilkins, sin embargo, expresó su disconformidad a través de un contundente mensaje en X: “Sheinbaum hizo lo que tenía que haber hecho desde un principio”, argumentando que el aplauso hacia la mandataria era inmerecido, ya que la acción debieron haberla tomado mucho antes. Esta declaración encendió la mecha de un debate que rápidamente se extendió por la plataforma, dividiendo a sus seguidores entre quienes apoyaban su postura y quienes la criticaban por considerar su análisis fuera de contexto.
Este episodio no es el primero que pone a Wilkins en el ojo del huracán. A finales de 2024, la actriz generó una fuerte controversia tras sus comentarios sobre el concierto de Polymarchs en el Ángel de la Independencia. Sus palabras, en las que calificó la música como “horrenda” y sugirió que la gran asistencia demostraba que “somos muy nacos en la CDMX”, provocaron un intenso debate en redes sociales y le valieron numerosas críticas.
La situación actual presenta un panorama complejo, donde la opinión pública se encuentra dividida entre quienes apoyan la crítica de Wilkins y quienes la consideran fuera de lugar. El debate generado pone de manifiesto la polarización de las opiniones en el contexto político actual de México y la influencia de las redes sociales en la configuración de la narrativa pública.