El martes, Elon Musk, actualmente a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, se presentó ante el presidente Donald Trump para una importante firma de un decreto que recortará la fuerza laboral federal. Acompañándole, no solo estaba la seriedad del cargo, sino también la impredecible energía de su hijo de cuatro años, X AE A-XII (a quien todos llaman X).
La imagen del encuentro, captada por varias agencias de noticias, muestra a Trump, Musk y el pequeño X en una escena que contrasta lo formal con lo informal. Mientras el Presidente se preparaba para firmar el decreto, X, vestido con un elegante conjunto de pantalón negro, suéter y un abrigo camel, causó revuelo. Las fotografías muestran al niño realizando diversas travesuras: haciendo caras divertidas a las cámaras, tirado en el suelo y, en un momento particularmente memorable, subido a los hombros de su padre.
Según fuentes presentes, el grupo reaccionó con risas y comentarios sobre las ocurrencias del pequeño. "La atmósfera se relajó considerablemente gracias a las travesuras de X," comentó una fuente anónima cercana a la Casa Blanca. Esta no sería la primera vez que X se roba el show en eventos de alto perfil; fue visto anteriormente bailando con su padre en la fiesta de Año Nuevo de Trump en Mar-a-Lago.
La presencia de X en este evento no sólo añade un toque humano a la noticia política, sino que también resalta la vida personal de Musk, quien a pesar de ser padre de 12 hijos, raramente se le ve con ellos en público. El magnate, casado previamente con Justine Wilson con quien tuvo seis hijos, y con la cantante Grimes, madre de X y Y (Exa Dark Sideræl Musk), mantiene una vida familiar compleja. Además de X e Y, Musk también tiene mellizos de dos años, Strider y Azure, y un bebé de un año cuyo nombre y sexo aún no se ha revelado, fruto de su relación con Shivon Zilis, directora de Neuralink.
Mientras tanto, el foco mediático sigue en la compleja dinámica familiar de Musk y las controversias que la rodean, y en las implicaciones políticas de las decisiones tomadas en esa reunión en la Oficina Oval, donde, sin duda, el pequeño X dejó una marca inolvidable.