Tatum O'Neal: Adicción, tragedia y el legado de un Oscar

Tatum O'Neal, la actriz ganadora del Oscar a los 10 años, una edad que la convirtió en un ícono cinematográfico, ha compartido públicamente una lucha que ha marcado su vida: la adicción. Su entrevista con Variety revela detalles impactantes sobre su recaída. No fue un evento aislado, sino la culminación de una serie de factores que la llevaron a un punto crítico.
Tras una sobredosis casi fatal en 2020 y un derrame cerebral que la dejó en coma durante seis semanas, O'Neal ha dedicado años a la rehabilitación. Re aprender a hablar y leer ha sido un proceso arduo, al igual que su camino hacia la sobriedad, un proceso que realizaba a través de reuniones virtuales.
Sin embargo, el panorama político en Estados Unidos jugó un papel significativo en su recaída. La noche de las elecciones presidenciales de 2020, que coincidió con su cumpleaños, marcó un punto de inflexión: “Estaba con mis amigos gays, y pensé, ‘Voy a tomar una copa de vino, quizás dos’”, confesó. “Y luego pensé, ‘Máldita sea: tengo un día de sobriedad’”.
La confesión nos lleva a considerar el contexto: un pasado marcado por el abuso de sustancias, incluyendo alcohol, heroína y cocaína, y una lucha constante por la sobriedad durante décadas. “He sido adicta toda mi vida. Más o menos, de forma intermitente, durante los últimos 30 o 40 años”, declaró en una entrevista anterior a People en 2023. “He estado intentando estar sobria toda mi vida. Todos los días lo intento.”
La complejidad de su situación se extiende más allá de la adicción. Su tensa relación con su padre, Ryan O'Neal, fallecido en 2023, también ha dejado una profunda huella. O'Neal describe a su padre como controlador y crítico con su talento actoral, lo que contribuyó a su inseguridad y a su lucha por la autoaceptación. La tensión se intensificó después de que Tatum ganara el Oscar por su papel en Luna de papel (1973), una experiencia que, según ella, generó un gran resentimiento por parte de su padre.
A pesar de intentos de reconciliación, como el documental Ryan and Tatum: The O’Neals en 2011, la relación padre-hija permaneció conflictiva hasta el final. Los últimos momentos con su padre, en su casa de Malibú antes de que esta se quemara en los recientes incendios forestales de California, fueron marcados por un intercambio de pastillas, una oferta que Tatum rechazó. Un detalle que resalta la complejidad del vínculo y las decisiones difíciles que tuvo que tomar.