Inmigración en Estados Unidos: Impacto económico del segundo mandato de Trump

El segundo mandato de Donald Trump ha traído consigo una intensificación de las políticas migratorias, tanto para la inmigración legal como ilegal. Medidas como el cierre del proceso de solicitud de asilo en la frontera con México y la cancelación de vuelos para refugiados, anunciadas a finales de enero, han generado un debate considerable.
“La realidad es que dependemos de la mano de obra inmigrante en este país y las políticas de Trump podrían tener enormes consecuencias para muchas industrias,” advierte Jorge Loweree, director ejecutivo de programas en el American Immigration Council. A pesar de declaraciones previas de Trump sobre la bienvenida a inmigrantes “de calidad”, la percepción generalizada entre expertos es que su gobierno está creando un ambiente hostil que desalienta la inmigración legal.
Melissa Lopez, abogada y directora ejecutiva de Estrella Del Paso, afirma que la situación es “sorprendentemente tranquila”, observando una disminución en la inmigración legal comparada con sus 17 años de experiencia en El Paso. Esta reducción, según diversos analistas, podría agravarse, considerando el envejecimiento de la población estadounidense y la creciente necesidad de mano de obra en sectores como la salud, la construcción y la agricultura.
Mientras la Oficina del Censo reporta 2.8 millones de inmigrantes legales en 2024, representando el 84% del crecimiento poblacional, proyecciones como la de Allianz Trade anticipan una reducción a la mitad para 2026. Este descenso, junto con posibles deportaciones masivas, podría llevar a una caída del 0.2% en el crecimiento de la población ese mismo año, según la misma fuente.
El impacto económico es innegable. El American Immigration Council estima que los 47.8 millones de inmigrantes en Estados Unidos en 2023 contaban con un poder adquisitivo de US$ 1.7 billones y pagaron alrededor de US$ 652.000 millones en impuestos. La restricción a la inmigración, según Allianz Trade, podría disminuir el PIB a una tasa anualizada inferior al 2% para 2026. Brookings Institution, por su parte, estima una disminución de 0.4 puntos porcentuales en el crecimiento para este año si se mantienen las restricciones y se llevan a cabo 3.4 millones de deportaciones.
El sector laboral se vería particularmente afectado. Los inmigrantes representan más del 20% del empleo en áreas como la agricultura, construcción y transporte, según el American Immigration Council. La escasez de mano de obra resultante podría llevar a un aumento en los precios de alimentos, vivienda y servicios turísticos, según Giovanni Peri, profesor de economía en la Universidad de California, Davis.
La situación genera un dilema: la administración Trump considera la inmigración un problema, mientras que economistas la ven como una solución vital para el crecimiento económico y la estabilidad del país frente a los cambios demográficos.