Ashley Walters: De Top Boy a la Rehabilitación, una historia de lucha y resiliencia

Ashley Walters, el reconocido actor de Top Boy, de 42 años y padre de ocho hijos, ha compartido recientemente una parte íntima de su vida. No se trata de un nuevo proyecto cinematográfico, sino de una lucha personal que lo ha marcado profundamente: su adicción al alcohol y su paso por prisión.
El detonante para buscar ayuda llegó de una fuente inesperada: "El día que decidí buscar ayuda fue el día que mi hija de seis años, en ese entonces, tocó la puerta de mi habitación y me dijo que ya no quería que viviera allí. Eso fue difícil de aceptar; me golpeó en el corazón", reveló Walters en una emotiva entrevista.
Su adicción, que se extendió por años, le costó caro. "Bebí demasiado alcohol. Afectó mi cuerpo, mi carrera, pero más importante aún, a mi familia: mi esposa e hijos", confesó con honestidad.
Walters decidió internarse en rehabilitación durante cuatro semanas. El resultado: "Salí siendo un hombre mejor", afirma. Sin embargo, la reconstrucción de sus relaciones con sus hijos mayores ha sido un proceso lento y cuidadoso: "Algunos encuentran difícil olvidar, pero yo limpio mi parte y extiendo la rama de olivo. Lentamente están regresando".
Su paso de 18 meses en prisión, tras un incidente con un agente de tránsito, también dejó una huella imborrable. "Fue una pesadilla. Recuerdo vívidamente estar en una celda con otros reclusos, mientras en la televisión se repetía la noticia de mi arresto. Ahí me di cuenta de que me esperaba un momento difícil".
Más allá del alcohol y la prisión, Walters ha abordado otros desafíos, como su participación en la serie de Netflix, Adolescence, estrenada el 13 de marzo. Esta producción, que explora la problemática de la masculinidad tóxica y la delincuencia juvenil, supuso un reto actoral intenso.
Su pasado, marcado por la crianza con una madre presente y un padre con antecedentes penales, y su juventud en Peckham, influyó en sus decisiones. Integrarse a So Solid Crew a los 16 años representó un cambio significativo en su vida, una etapa que recuerda con una mezcla de arrepentimiento y aprendizaje.
Hoy, cinco años sobrio, Ashley Walters continúa reconstruyendo su vida, una pieza a la vez. Su testimonio es un ejemplo de resiliencia y una llamada a la autoreflexión, recordándonos que la imagen pública no siempre refleja la complejidad de la experiencia humana.