John Bishop: Un abrazo que conmueve, 29 años de amor familiar
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Yelitza EspinozaEl comediante John Bishop, a sus 58 años, compartió en Instagram una imagen que resume décadas de amor familiar. Una foto reciente donde abraza a su hijo Luke, superpuesta a una tierna instantánea de cuando Luke era un bebé. La publicación, realizada el miércoles pasado, conmemora el vigésimo noveno cumpleaños de su hijo.
El mensaje de Bishop, cargado de emoción, decía: "Increíble pensar que sostuve a @samplesizelukey en mis brazos el día que llegó a este mundo hace 29 años. Me llena el corazón poder hacerlo de nuevo. Ese día jamás imaginé cómo sería la vida, y hoy no tengo idea de qué depararán los próximos 29 años, pero si pudiera volver a abrazarlo en este día dentro de 29 años, sería un sueño. Feliz cumpleaños, Luke, mi hijo, tu papá te ama ."
Este gesto público no es casual. El año pasado, John también dedicó un mensaje a Luke en su cumpleaños número 28, demostrando la estrecha relación que los une. Pero la historia trasciende las redes sociales y nos remonta a 2018, año en el que Bishop recibió el premio Ally of the Year en los NatWest British LGBT Awards.
En un emotivo discurso, John Bishop compartió anécdotas familiares, hablando con honestidad sobre sus hijos, incluyendo a Luke. Su valentía al abordar la sexualidad de uno de sus hijos, sumado a su activismo por la legalización del matrimonio igualitario en Irlanda del Norte (lograda en 2020), lo posicionan como una figura pública comprometida con la inclusión.
Su testimonio sobre su visita a la organización Rainbow Trust, responsable del orgullo gay en Belfast, ilumina la transformación social vivida en Irlanda del Norte: "La primera vez que lo hicieron, solo cincuenta valientes se reunieron, y cuando caminaron por la calle se encontraron con gente con carteles que gritaban: 'Irán al infierno', 'Ser gay es un pecado', 'Son una abominación'. Antes había más protestas que marchas. Ahora, las marchas superan con creces a los manifestantes. El orgullo gay en Belfast reúne a 60.000 personas." La anécdota de cómo se les permite a los manifestantes participar, dejando un espacio para que puedan expresarse mientras otros caminan con la cabeza en alto, es un ejemplo de madurez social.
La historia de John Bishop y su familia trasciende la simple conmemoración de un cumpleaños; es un relato sobre amor incondicional, aceptación y la lucha por un mundo más inclusivo.
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