Director de "47 Ronin" acusado de fraude a Netflix por $11 millones

La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York ha presentado cargos contra Carl Erik Rinsch, director de la película '47 Ronin', acusándolo de un fraude financiero de proporciones significativas. El monto en cuestión asciende a la impresionante cifra de 11 millones de dólares, dinero que presuntamente obtuvo de Netflix bajo un engaño.
Según el comunicado oficial, Rinsch, quien fue arrestado en West Hollywood, solicitó una importante inversión a Netflix para financiar su proyecto televisivo, 'White Horse', un programa de ciencia ficción. Sin embargo, las autoridades alegan que el director no destinó los fondos para la producción de la serie, sino que los utilizó para sus gastos personales y para inversiones especulativas, incluyendo el mercado de criptomonedas.
“En cambio, supuestamente utilizó los fondos en gastos e inversiones personales, incluyendo opciones altamente especulativas y operaciones con criptomonedas,” señala el comunicado firmado por el fiscal federal interino, Matthew Podolsky. Este desvío de fondos, según la fiscalía, se realizó entre finales de 2019 y principios de 2020, período en el cual Netflix desembolsó un total de 44 millones de dólares inicialmente, más los 11 millones adicionales que se encuentran en el centro de la acusación. Inicialmente, Netflix pagó cerca de 44 millones de dólares por la compra del programa, aún inconcluso.
Entre los gastos que se le imputan a Rinsch, destacan la compra de lujosos automóviles, como un Ferrari y cinco Rolls-Royce, además del pago de honorarios legales relacionados con su divorcio y estancias en hoteles de lujo como el Four Seasons. Se estima que gastó aproximadamente diez millones de dólares en este tipo de adquisiciones.
Rinsch enfrenta cargos por fraude electrónico y lavado de dinero, cada uno con una pena máxima de 20 años de prisión. Adicionalmente, se le imputan cinco cargos por participación en transacciones monetarias relacionadas con bienes derivados de actividades ilícitas, con una pena máxima de diez años por cada uno. En total, de ser declarado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 90 años de prisión.
El caso ha generado gran revuelo en la industria del entretenimiento, ya que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las grandes plataformas de streaming ante posibles fraudes y la importancia de una auditoría financiera rigurosa en las inversiones a gran escala. Los detalles de este caso seguramente continuarán saliendo a la luz a medida que avanza el proceso legal.