Lauren Graham: Fiesta de cumpleaños y la verdad sobre sus ganancias en Gilmore Girls
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Yelitza Espinoza. así fueron los festejos de cumpleaños de Lauren Graham, una actriz que, aunque podría parecer que vive rodeada de lujos gracias a su icónico papel, guarda una sorprendente verdad sobre sus ganancias.
Este año se cumplen 25 años del estreno de Gilmore Girls, la serie que la catapultó a la fama. Siete temporadas en The WB (2000-2007) y un breve revival en Netflix en 2016, consolidaron a Graham como Lorelai Gilmore, la madre de Rory (Alexis Bledel) y hija de Emily (Kelly Bishop).
Durante su reciente aparición en el programa de Jimmy Kimmel, la actriz reveló un detalle inesperado: la falta de regalías por la transmisión de Gilmore Girls en Netflix. "No hay regalías en Netflix", afirmó Graham, causando la incredulidad del presentador.
A pesar de la enorme popularidad de la serie en la plataforma de streaming — Gilmore Girls se mantiene como una de las más vistas durante la década que lleva disponible, con licencia hasta 2026— la realidad económica para sus protagonistas es diferente a lo que muchos podrían imaginar.
Kimmel, visiblemente sorprendido, comentó: "Aún no puedo creer que no recibas regalías". Sin embargo, Graham rápidamente cambió de tema, bromeando sobre estar "en problemas" si continuaba hablando del tema. Una respuesta que deja entrever una situación que, aunque exitosa en términos de reconocimiento, no se traduce en una recompensa económica equivalente para la actriz.
La conversación giró entonces hacia su nuevo proyecto, The Z-Suite, una serie de Tubi donde interpreta a Monica, una ejecutiva despedida y que lucha por recuperar su lugar. El final de la primera temporada se emitió el 18 de marzo, y aún no se ha confirmado la renovación para una segunda.
Ironía del destino, mientras Graham interpreta a una mujer que lucha por el poder en el mundo corporativo, enfrenta una realidad inesperada en la industria del entretenimiento: el éxito en streaming no siempre se traduce en beneficios económicos para los actores. Un recordatorio de que detrás de la pantalla hay historias complejas y que la fama, a veces, no es sinónimo de fortuna.
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