Asesinato de Brianna Ghey: Un documental que genera controversia

En el corazón de estas reflexiones, se encuentra una tragedia reciente que ha sacudido a una familia y ha desatado un debate sobre la ética en la producción de documentales.
Brianna Ghey, una joven de 16 años, fue víctima de un asesinato premeditado en 2023. El caso conmocionó al Reino Unido y a nivel mundial. Dos adolescentes, Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, fueron los responsables de este atroz crimen. Según la policía de Cheshire, el detective superintendente Adam Waller, aún lucha con la "depravación" mostrada en el ataque; Brianna recibió 28 puñaladas.
El documental "Brianna: A Mother's Story" se centra en la figura de Esther Ghey, la madre de Brianna, y su lucha por encontrar sentido tras la pérdida de su hija. El film muestra la alegría y la vitalidad de Brianna a través de videos caseros, contrastando de forma dramática con la terrible realidad de su muerte. Sus amigos la describen como una persona "amable, divertida, que siempre te hacía sentir mejor".
Brianna había enfrentado bullying antes de su trágica muerte, lo que la llevó a refugiarse en el mundo digital. Esther relata la preocupación que sentía al ver a su hija interactuando con contenido online que le generaba miedo. La transición de Brianna como persona trans, justo antes de regresar a la escuela, es otro elemento significativo, aunque no se explora a fondo en el documental.
El documental también incluye una entrevista con Arturo Béjar, un exingeniero de Meta, quien expuso las fallas en los algoritmos que permiten la proliferación de contenido dañino en las redes sociales. Béjar afirma que con la voluntad política, las plataformas podrían regular estos contenidos en un año. Sin embargo, esta parte clave del documental se siente superficial, no explorando a fondo el rol de los gobiernos en la regulación de internet.
La controversia radica en cómo se presenta la historia: la crudeza del dolor de Esther Ghey queda expuesta sin un contexto lo suficientemente profundo. La falta de análisis exhaustivo sobre los roles de los agresores, la escasa información sobre el contenido online al que Brianna estuvo expuesta y la superficialidad en el tratamiento de las implicaciones de las redes sociales generan interrogantes sobre la responsabilidad ética del documental.
El caso de Brianna Ghey y el debate alrededor del documental dejan una profunda reflexión sobre el impacto de la tecnología, la importancia de la salud mental en la juventud y el dilema ético de la explotación del dolor ajeno para fines de entretenimiento.