Martha Stewart: Excluida de club de jardinería a sus 83 años

La protagonista de esta anécdota es Martha Stewart, a sus 83 años, quien recientemente compartió con NPR’s Morning Edition una experiencia que, aunque aparentemente menor, refleja un sentimiento universal: el deseo de pertenencia. Se trata de su larga exclusión de un club de jardinería en su pueblo de Maine, un hecho que la afectó más de lo que muchos podrían imaginar.
“Tuve que esforzarme para entrar en un club de jardinería”, confesó Stewart. “No quiero avergonzar demasiado a mis clubes de jardinería, pero nunca me invitaron. Tuve mi casa en Maine durante más de 20 años, y nunca me invitaron. A pesar de que permití que la gente hiciera recorridos por mis jardines, nunca me invitaron al club de jardinería.” Esta declaración, tan sencilla como reveladora, pone de manifiesto la sorpresiva falta de invitación a pesar de su evidente pasión y experiencia en jardinería.
La situación cambió solo después de que el club le solicitara un tour por sus jardines. Stewart aceptó la visita y, posteriormente, recibió la invitación que tanto había esperado. “Creo que se debe menos a estar intimidados por mí, sino a pensar que tal vez Martha no tiene tiempo para ser miembro del club de jardinería. Sabes, ser miembro requiere mucho trabajo”, analizó con madurez y cierto humor.
La anécdota no solo habla de la exclusión de un club; también refleja el anhelo de Stewart por ser considerada simplemente “una de las chicas” de su comunidad, integrándose en un entorno social más allá de su fama y fortuna. La presentadora, Michel Martin, señaló acertadamente que el club debió haberla invitado desde el principio, a lo que Stewart respondió: “Bueno, por supuesto que deberían haberlo hecho. Pero no estoy ‘ya sabes qué’ al respecto. Simplemente... me dolió que no me consideraran una de las chicas. Quería ser una de las chicas del pueblo. Todas ellas pertenecen al club de jardinería.”
Más allá de esta experiencia particular, Stewart aprovechó la entrevista para compartir consejos de jardinería, como la eficacia de tener un perro para ahuyentar a las ardillas. También mencionó su larga trayectoria en el mundo de la jardinería, iniciada junto a su padre cuando apenas era una niña. Finalmente, recordó una experiencia similar con el Greenwich Garden Club en Connecticut, que canceló su aparición debido a su colaboración con Kmart, una situación que la marcó por considerar que la excluyeron por razones clasistas.
La extensa propiedad de Stewart en Seal Harbor, Maine, llamada Skylands, descrita en un post de blog como un lugar “bello y sereno” donde disfruta de actividades como senderismo, compras y visitas a jardines locales, nos ofrece una imagen más completa de esta personalidad polifacética que, a pesar de su innegable éxito, no es inmune a las experiencias cotidianas, a las pequeñas decepciones y al sencillo deseo de pertenencia que compartimos todos.