Pedro Fernández revela detalles íntimos de su matrimonio

La vida de los artistas, lejos de ser un cuento de hadas, está llena de matices, retos y, por supuesto, momentos de profunda introspección.
Hablando de introspección, el reconocido cantante mexicano, Pedro Fernández, figura emblemática de la música ranchera y con una trayectoria que abarca décadas, recientemente compartió algunos detalles íntimos de su vida personal durante una entrevista en el programa Ventaneando de TV Azteca. A sus 55 años, el intérprete de éxitos como "Coqueta" y "Yo no fui" ha construido una sólida carrera artística, pero su vida familiar, con su esposa Rebeca, con quien lleva casi 40 años de matrimonio y tres hijas, ha tenido sus momentos de turbulencia.
Fernández describió a su esposa como un pilar fundamental en su vida: “La chaparra ha hecho un trabajo extraordinario, ha sido maravillosa, ha sido una gran mujer, una gran mamá. Yo he tratado de hacer lo mejor posible como compañero, como esposo, como papá, como abuelo y todos los días siento la necesidad de ser mejor”, afirmó con evidente admiración. Sin embargo, el artista también reveló un aspecto menos conocido de su matrimonio, admitiendo que la convivencia a lo largo de casi cuatro décadas no siempre ha sido un camino de rosas.
Con una mezcla de humor y sinceridad, Pedro confesó: "no todo ha sido miel sobre hojuelas, hemos tenido de todo. ¡Me ha corrido de la casa dos veces! La primera vez sí, la segunda le dije: ‘Ahora me cumples o me dejas como estaba’". Este comentario, proferido entre risas en el programa, arroja luz sobre la complejidad de su relación, mostrando que incluso las parejas más sólidas atraviesan momentos difíciles que requieren trabajo, comunicación y, en ocasiones, una buena dosis de humor para sobrellevarlos.
La revelación de estas experiencias íntimas añade una nueva dimensión a la imagen pública de Pedro Fernández, mostrando una faceta más humana y vulnerable, alejándose de la imagen idealizada que a menudo se proyecta en el mundo del entretenimiento. Su honestidad abre un espacio para la reflexión sobre las dinámicas de pareja y la importancia del diálogo en las relaciones a largo plazo.