Muere Nina Kuscsik, pionera del atletismo femenino

Hablamos de Nina Kuscsik, quien falleció el pasado 8 de junio a los 86 años debido a una insuficiencia respiratoria, tras una prolongada batalla contra el Alzheimer, según informó la funeraria A.L. Jacobsen de Huntington Station, Nueva York. Su nombre quizás no resuena para todos, pero su impacto en el atletismo femenino es innegable.
Mucho antes de sus triunfos en maratones, Nina demostró una tenacidad excepcional. A los 16 años se graduó de la preparatoria y a los 18 obtuvo su licencia de enfermería, tras lograr un cambio en la legislación de Nueva York que exigía 21 años para ejercer la profesión. "Un ejemplo temprano de su tenacidad," como lo describió Kathrine Switzer, la primera mujer en competir oficialmente en la maratón de Boston.
Su pasión deportiva la llevó a destacar en diversas disciplinas, como el patinaje de velocidad y el ciclismo, llegando a ganar campeonatos estatales en un mismo año. Una bicicleta rota, sin embargo, marcó un punto de inflexión, dirigiéndola hacia el atletismo de larga distancia.
Corrió la Maratón de Boston cuatro veces entre 1968 y 1971, "antes de que las mujeres fueran oficialmente bienvenidas," participando en lo que luego se conocería como la Era Pionera. Su triunfo en 1972, el primer año en que las mujeres participaron oficialmente, representó un hito histórico. Pero su legado va más allá de esta victoria.
En 1970, fue la primera mujer en inscribirse en la maratón de Nueva York. Además, formó parte de las "Seis que se Sentaron", un grupo de mujeres que protestaron en la maratón de Nueva York de 1972 contra la segregación en las carreras femeninas. Su victoria en esa edición y en la siguiente, consolidó su posición como una figura clave en la lucha por la igualdad de género en el deporte.
Su influencia trascendió las competencias. Participó en comités de la AAU y USA Track and Field, contribuyendo a la creación de reglas para las carreras femeninas. Sus logros incluyen el récord estadounidense en la carrera de 42.195 kilómetros en 1977 y tres victorias consecutivas (1979-1981) en la Empire State Building Run-Up. En 1999, su trayectoria fue reconocida con su inclusión al Salón de la Fama de las Carreras de Larga Distancia.
Más allá de las medallas y los récords, Nina Kuscsik dejó un legado de valentía y perseverancia, una lucha incesante por abrir camino para otras mujeres. Su historia, una carrera de vida, nos inspira a perseguir nuestros objetivos con determinación.