Caifanes rinde emotivo homenaje a Memo del Bosque en Querétaro

Más allá de los acordes de guitarra y la potencia vocal de Saúl Hernández, se tejió una historia de amistad, colaboración y respeto por la memoria de un gigante de la industria del entretenimiento mexicano. Hablamos de Memo del Bosque, quien falleció el 7 de abril a los 64 años tras una larga batalla contra el cáncer.

Su figura, sin embargo, trascendió esa noche. No solo como un recuerdo melancólico, sino como una presencia viva en las pantallas gigantes del escenario. Imágenes de Memo se proyectaban, entrelazando su legado con los temas que la banda interpretaba. “Abrazos eternos, Memo”, escribió Saúl Hernández en redes sociales, una frase sencilla que resume una larga y fructífera relación.

La conexión entre Caifanes y Memo del Bosque se remonta a los años 90, cuando el productor jugó un papel clave en el auge de la banda, impulsándolos tras su transformación desde Jaguares. Su amistad con Saúl Hernández era profunda, y se mantuvo a lo largo de los años. El reencuentro en el Vive Latino 2011, gracias a la gestión de Memo, consolidó una relación de respeto mutuo y admiración.

Durante el concierto, mientras sonaba “No dejes que”, Saúl compartió con el público, con la voz cargada de emoción: “Memo era un gran amigo. Lo vamos a extrañar”. Un homenaje conmovedor que fue captado por los asistentes, quienes expresaron su sentir en redes sociales con comentarios como: “Estuve ahí y fue un hermoso momento” o “Él los hizo regresar al Vive en 2011, jamás lo olvidaremos”.

El gesto no pasó desapercibido para Vica Andrade, viuda de Memo del Bosque. A través de un video del emotivo momento, Vica expresó su gratitud: “Gracias, gracias, gracias, por tanto amor”.

Más allá de la música y el espectáculo, la noche en Querétaro fue un testimonio del impacto de Memo del Bosque en la vida de muchos. Su legado como productor, visible en programas como:

• El planeta de cabeza
• La jaula
• No manches
• Las pellizcadas de Márgara
• Otro rollo
• El calabozo

perdura, no solo en la pantalla, sino en los corazones de quienes lo conocieron y admiraron.

La industria del entretenimiento mexicano perdió a uno de sus grandes referentes, pero su memoria, como un eco en la noche queretana, sigue resonando.

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