Violeta Isfel: Polémica por cobrar por saludos tras entrevista en De Primera Mano

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El mundo del espectáculo mexicano siempre está en movimiento, con anécdotas que van desde lo conmovedor hasta lo controversial. Recientemente, una situación en particular ha generado un debate entre los fans y los conocedores de la industria

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Yelitza Espinoza el 25/04/2025 11:26 AM.
En Espectáculos y editada el 25/04/2025 11:34 AM.

La historia involucra a la actriz Violeta Isfel y al reconocido periodista de espectáculos, Gustavo Adolfo Infante. Todo comenzó después de una entrevista de Violeta en el programa De primera mano, donde promocionaba su participación en la obra de teatro "La señora presidenta".

Según Infante, tras la entrevista, una maquillista del programa le pidió a Isfel un breve saludo en video para su hija, una admiradora de la actriz. La respuesta de Violeta generó la polémica: “Resulta que ella dijo que no, porque cobraba por las fotos y los saludos. Indicó que para eso está su Instagram, donde tiene una lista de precios.”, narró Infante.

Este hecho desató la indignación de Infante, quien argumentó que la aparición de Isfel en el programa le brindó una importante promoción gratuita, equivalente a una considerable inversión publicitaria. Para él, la negativa de la actriz a grabar un simple saludo fue una muestra de ingratitud. “Si vienes a un programa de televisión y te dan 15 minutos gratuitos de promoción, y luego te piden un saludo, ¿cobrarles por ello es justo?”, cuestionó el periodista.

La postura de Violeta Isfel es clara: ofrece saludos personalizados a través de su cuenta de Instagram, con precios que oscilan entre los $250 y $300 pesos mexicanos por un video saludo, incluyendo incluso la posibilidad de adquirir una “pluma de Antonella”, su personaje en la telenovela Atrévete a soñar.

Las redes sociales se han dividido. Algunos usuarios apoyan a Infante, resaltando la importancia de la accesibilidad de los artistas a sus fans. Otros defienden a Isfel, señalando su derecho a monetizar su imagen e interacciones. Comentarios como “Ridícula señora, ni que fuera tan importante” o “Pero también la gente, ¿para qué quiere una foto con ella?” reflejan la polarización de las opiniones.

La situación plantea una interesante discusión sobre los límites entre la profesionalidad, la gratitud y la monetización de la imagen pública en el mundo del entretenimiento.