Cirilo de Carrusel: La Sorprendente Vida de Pedro Vivero a sus 41 Años

Y aunque el tiempo pasa inexorablemente, algunas historias permanecen en la memoria colectiva.
Hablamos, por supuesto, de 'Carrusel', la telenovela que cautivó a México (y buena parte de Latinoamérica) entre 1989 y 1990. Sus 358 episodios nos presentaron un universo de niños, sus alegrías, sus tristezas, y las lecciones de vida que aprendían en el aula, bajo la atenta mirada de la maestra Ximena, interpretada por la inolvidable Gaby Rivero. La trama, centrada en una escuela primaria privada, exploraba incluso temas sociales como las diferencias entre clases sociales, un reflejo de la realidad mexicana de entonces.
Pero, ¿qué ha sido de sus protagonistas? Muchos han seguido ligados al mundo del espectáculo, otros han optado por caminos diferentes. Uno de los casos más sorprendentes es el de Pedro Javier Vivero, quien dio vida al entrañable Cirilo, recordado por su tierno afecto hacia María Joaquina. A sus 41 años, Pedro ha elegido una vida lejos de los reflectores.
Lejos de las cámaras y los sets de grabación, Pedro reside en la Ciudad de México y se ha graduado como Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Actualmente trabaja como auxiliar en una fábrica de pinturas, un trabajo que, según sus propias palabras en redes sociales, le proporciona estabilidad y satisfacción. “Es un trabajo honesto y me permite mantenerme”, ha comentado en alguna ocasión.
Su discreción es notable, pero de vez en cuando comparte recuerdos de su pasado en las redes sociales. Imágenes de su infancia en los sets de grabación de 'Carrusel', y también de la escuela donde se filmó la telenovela, nos permiten echar un vistazo a esa vida que dejó atrás. Incluso, ha revelado en TikTok una anécdota poco conocida: la razón por la que no apareció en el último capítulo de la serie. Su compañero, Joseph Birch (David en la telenovela), lo contagió de varicela, impidiéndole participar en la grabación final. “Me enfermé de varicela y ya no pude participar… no sentí tristeza, lo asumí con resignación”, explicó.
Más allá de su ausencia en el último episodio, la historia de Pedro Vivero es un testimonio de la transformación personal y profesional que a menudo conlleva el paso del tiempo. Una historia que, aunque alejada del brillo de las cámaras, nos recuerda que incluso los personajes más queridos de la infancia siguen escribiendo sus propias páginas, en un capítulo de la vida completamente diferente.