Jamie Lee Curtis: Cirugía, adicción y autoaceptación

Historias de éxito, sí, pero también de inseguridades, presiones y decisiones que marcan para siempre.
El nombre de Jamie Lee Curtis resuena con fuerza en la industria cinematográfica. Hija de leyendas, la actriz ha construido una carrera sólida, llena de papeles icónicos. Pero detrás de la imagen pública, hay una historia de autoaceptación y aprendizaje que comenzó con un evento específico.
En una entrevista reveladora para el programa 60 Minutes, la actriz de 66 años narró un episodio impactante que vivió a los 25, durante el rodaje de la película Perfect (1985), junto a John Travolta. El director de fotografía, Gordon Willis, se negó a filmarla debido al aspecto de sus ojos: “Me dijo: ‘Si, no la voy a filmar hoy. Tiene ojeras’”.
Este comentario hiriente la marcó profundamente. La humillación en el set la llevó a tomar una decisión drástica: someterse a una cirugía plástica. Una decisión que, según confiesa, lamentó casi inmediatamente: “Eso no es algo que uno debería hacer a los 25 o 26 años. Me arrepentí al instante y, en cierto modo, me he arrepentido desde entonces”.
Pero las consecuencias fueron mayores. La cirugía desencadenó una adicción a los analgésicos, específicamente al Vicodin. “Me enamoré del ‘baño tibio’ que produce un opiáceo... se convirtió en una dependencia, sin duda”, admitió. Sin embargo, la historia no termina ahí; la actriz ha logrado superar esta etapa y lleva 26 años de sobriedad.
Hoy, Jamie Lee Curtis observa su pasado con una perspectiva renovada. Incluso se ríe de su icónica escena en leotardo en Perfect, una escena que recreó con humor junto a Jimmy Fallon en The Tonight Show. Su experiencia la ha convertido en una voz crítica contra la cultura de la cirugía estética y los filtros en redes sociales, denunciando el impacto negativo en la autoestima de las nuevas generaciones.
La actriz ha encontrado su fuerza en la autoaceptación y el abandono de la necesidad de agradar a todos. “Estoy intentando adueñarme de quién soy. Tenemos que aceptar lo que somos y también lo que no somos. Y creo que ahí reside mi belleza ahora”, afirmó en una entrevista en 2024. Una conclusión reflexiva sobre un camino recorrido, lleno de luces y sombras, pero que finalmente la ha llevado a un lugar de paz y autenticidad.