Cuando el control lo arruina todo: Meghan Markle y su fallida portada con 'Vogue'

Hablamos de Meghan Markle y su anhelada aparición en la edición británica de Vogue en 2022. Su nombre, junto al de figuras como Linda Evangelista, ya estaba en boca de todos. La posibilidad de una colaboración parecía inminente, sin embargo, la realidad tomó un giro inesperado.
Según fuentes del Daily Mail, las negociaciones se rompieron debido a las demandas de Markle. Se menciona que la actriz exigió un control editorial sin precedentes, "un nivel de control que ni siquiera Beyoncé pedía", según la publicación. Esto incluía la coordinación simultánea de la publicación en Reino Unido y Estados Unidos, así como la elección total del fotógrafo, el redactor y los titulares.
Inicialmente, se le ofreció un extenso reportaje digital como alternativa, pero la propuesta no satisfizo las ambiciones de la Duquesa. Incluso, intentó, sin éxito, convencer a Anna Wintour, editora de la edición estadounidense, a través de una llamada por Zoom.
La situación, descrita por muchos como "muy complicada", parece haber dejado una huella significativa en la relación entre Markle y el entonces editor de Vogue UK, Edward Enninful. Aunque ninguno de los involucrados ha emitido una declaración pública, la anécdota ilumina el lado B del glamour y las altas expectativas en el mundo de la celebridad.
La historia, más allá del supuesto desencuentro, refleja las complejidades de la industria y cómo las estrategias de comunicación a veces resultan más intrincadas de lo que parecen a simple vista. Se mencionan nombres importantes de la industria, lo cual añade intriga a la trama. La descripción de los hechos no deja lugar a dudas sobre la magnitud de la exigencia.