Exdirector de Blake Lively habla sobre su debut en plena disputa legal con Justin Baldoni

Ken Kwapis, de 67 años, recientemente compartió con la revista People detalles fascinantes sobre el trabajo con Blake Lively, quien a sus 16 años debutaba en la gran pantalla interpretando a Bridget. "Es difícil imaginar a alguien más que Blake como Bridget, incluso siendo su primer trabajo", comentó Kwapis, resaltando la naturalidad y conexión intuitiva de la joven actriz con el personaje.
El reto, según el director, no radicaba solo en el talento individual de las cuatro actrices —Blake Lively, Alexis Bledel, Amber Tamblyn y America Ferrera—, sino en la necesidad de forjar un vínculo auténtico entre ellas, considerando que apenas se conocían y sus personajes compartían pocas escenas. Las escenas cruciales, explica Kwapis, se encontraban al principio y al final de la cinta, lo cual planteaba un desafío logístico y emocional.
Para solucionar esto, Kwapis ideó una estrategia ingeniosa: "Envié a las cuatro actrices a una tienda de segunda mano con alrededor de 75 o 100 dólares cada una. La instrucción era que compraran algo que representara a su personaje y que, además, aconsejaran a las demás en el papel." Esta actividad, según Kwapis, funcionó como un ensayo no convencional, permitiendo a las jóvenes actrices generar una conexión espontánea y profunda.
El resultado fue una amistad que trascendió la ficción. "Es algo increíble y muy poco común en la industria. En el mundo del espectáculo, las relaciones intensas suelen ser efímeras," afirmó Kwapis, quien mantiene contacto con las actrices hasta la fecha. Este vínculo fraternal se hizo aún más evidente recientemente ante la controversia legal que involucra a Blake Lively y Justin Baldoni.
En un comunicado conjunto en Instagram, Tamblyn y Ferrera, junto con Bledel, expresaron su apoyo incondicional a Lively, condenando los intentos de desprestigiar su imagen en medio del conflicto legal. La declaración destaca la valentía de Lively por exigir un ambiente laboral seguro durante el rodaje de "It Ends With Us", y critica la hipocresía de usar la narrativa de la violencia doméstica para silenciar a una víctima que busca justicia.
La situación resalta la importancia de la sororidad en la industria del cine y la necesidad de crear entornos de trabajo seguros y respetuosos para todos los involucrados. Las experiencias compartidas durante el rodaje de "The Sisterhood of the Traveling Pants", han demostrado la fortaleza de los vínculos femeninos y su capacidad para perseverar ante la adversidad.