Crimen en Brasil: Miss Serra Branca Teen asesinada; sueños rotos

La búsqueda de oportunidades, un trabajo estable, una vida más plena… son sueños que impulsan a dejar atrás la comodidad de lo conocido.
En Brasil, una historia conmovedora nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad para las mujeres. Raissa Suellen Ferreira da Silva, una joven de 23 años, recordada por su belleza y su título de Miss Serra Branca Teen 2020, tenía planes ambiciosos. Había dejado su natal Paulo Afonso, en Bahía, tres años atrás para buscar oportunidades en Curitiba. Sus proyectos incluían mudarse a Sorocaba para comenzar un nuevo empleo, un futuro que se vio truncado de manera brutal.
El 2 de junio, Raissa grabó un video de despedida para sus amigos, un último registro que refleja la ilusión de un nuevo comienzo. Desafortunadamente, ese video se convirtió en un doloroso recuerdo. Su cuerpo fue encontrado el 9 de junio en una zona boscosa de Araucária, un hallazgo que solo fue posible gracias a la confesión de su asesino: Marcelo Alves, un comediante y entrenador de artes marciales.
Según la Delegada Aline Manzatto, Alves, quien aseguraba conocer a Raissa desde la infancia, la estranguló con una brida de plástico. “Esto despertó su ira. Dijo que era odioso y estaba fuera de control, que tomó el cable de plástico y estranguló a la víctima,” explicó Manzatto al medio G1. La investigación revela detalles escalofriantes: Alves envolvió el cuerpo de Raissa en una lona, lo ató con cinta adhesiva y, para empeorar la situación, contó con la ayuda de su hijo para ocultar el cadáver.
La defensa de Alves, a cargo del abogado Caio Percival, argumenta un “crimen pasional” y destaca que su cliente, considerado un “delincuente primario”, está colaborando con la justicia. Sin embargo, la participación del hijo de Alves en el ocultamiento del cuerpo permanece bajo investigación, generando interrogantes cruciales que la justicia deberá resolver.
La investigación continúa. La búsqueda de la verdad sobre el grado de participación de cada involucrado es fundamental para entender la complejidad de este caso. La historia de Raissa, con sus sueños rotos, sirve como un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad femenina y la necesidad imperiosa de construir un entorno más seguro y justo para todas las mujeres.