Fallece Leonard A. Lauder, gigante de la belleza y la filantropía

Su historia es un ejemplo de visión y compromiso, una saga familiar que ha marcado la industria de la belleza para siempre.
Hablamos de Leonard A. Lauder, quien falleció a los 92 años rodeado de su familia. Presidente emérito de The Estée Lauder Companies, el legado de Lauder se extiende más allá del imperio cosmético que ayudó a construir. Formado en instituciones prestigiosas como la Wharton School y la Escuela de Negocios de Columbia, su recorrido académico sentó las bases para una carrera empresarial excepcional.
Su incorporación a la empresa familiar en 1958 marcó un antes y un después. De una pequeña compañía con un número limitado de productos, bajo su liderazgo, The Estée Lauder Companies se transformó en un coloso multinacional, dueño de marcas icónicas como Clinique, Aramis, La Mer, M∙A∙C, Bobbi Brown, Jo Malone London y Aveda. Su periodo como presidente (1972-1995), CEO (1982-1999) y presidente del consejo (hasta 2009) estuvo marcado por la innovación y la expansión global.
Más allá de los negocios, Lauder fue un filántropo incansable. Su hijo, William P. Lauder, lo describió como “el más caritativo de los hombres”, un testimonio de su compromiso con la salud, la educación y las artes. Su rol en la lucha contra el cáncer de mama y el Alzheimer, a través de la Breast Cancer Research Foundation y la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation, es innegable. Su donación de 78 obras cubistas al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, en 2013, sigue siendo un hito en la historia de la institución.
Su compromiso con la educación fue igual de profundo. Desde el establecimiento del Instituto Joseph H. Lauder en la Universidad de Pensilvania hasta su apoyo a innumerables escuelas y universidades, Lauder dejó un legado de oportunidades para las futuras generaciones. Además, durante la pandemia de COVID-19, impulsó el fondo ELC Cares y la creación de un programa de formación gratuita para enfermeros en la Universidad de Pensilvania, reflejando su preocupación por las comunidades vulnerables.
Su impacto se extiende a múltiples áreas. Formó parte del Consejo de Relaciones Exteriores y colaboró con el gobierno de Ronald Reagan. Fue condecorado con la Légion d’Honneur francesa y el Lone Sailor Award de la Marina estadounidense, entre otros reconocimientos. En 2020, publicó sus memorias, The Company I Keep: My Life in Beauty, un testimonio de su vida y valores.
Sobreviven sus hijos, William y Gary, cinco nietos, dos bisnietos, su hermano Ronald S. Lauder, y su esposa, Judy Glickman Lauder. El funeral será privado. La familia ha solicitado donaciones a la Breast Cancer Research Foundation o a la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation en lugar de flores.