Jamie Lee Curtis celebra la autenticidad de su hija transgénero

Todo comenzó cuando Ruby Guest, su hija menor, compartió con ella su verdadera esencia: ser una mujer transgénero. "No fue un camino fácil, pero el amor nunca lo es", ha confesado Curtis en entrevistas. La estrella de Hollywood no solo aprendió a usar los pronombres correctos, sino que convirtió cada paso de Ruby en una celebración pública de autenticidad.
Lo que hace especial esta historia es cómo Curtis ha usado su fama. Desde columnas en The Huffington Post hasta discursos en premiaciones, la actriz ha convertido su experiencia personal en una herramienta educativa. Psicólogos infantiles destacan cómo su visibilidad ha reducido tasas de depresión en jóvenes trans con padres reacios.
Detrás de las cámaras, Jamie Lee mantiene rituales que fortalecen estos lazos: cenas semanales donde se habla sin tabúes, viajes temáticos que honran los intereses de ambas hijas y una regla inquebrantable: nada de secretos familiares. "La mentira corroe, la verdad construye", repite como mantra.
Más que una estrella de cine, Curtis se ha convertido en caso de estudio para expertos en dinámicas familiares. Su historia prueba que cuando el cariño supera los prejuicios, se escriben finales felices muy distintos a los guiones de Hollywood.