Jennifer López revela cómo el divorcio de Ben Affleck marcó su nuevo álbum

En una reveladora entrevista con CBS News Sunday Morning, la estrella de 55 años desmenuzó el proceso emocional tras su divorcio de Ben Affleck en enero de 2025. "Fue como desarmar un rompecabezas donde cada pieza tenía memoria", confesó sobre los meses posteriores a la separación, marcada por "diferencias irreconciliables" según documentos judiciales.

Lo que hace peculiar este capítulo es cómo JLo transformó el dolor en combustible creativo. Mientras grababa su más reciente película, Atlas, vivía una dualidad: en escena proyectaba seguridad; fuera de cámara, lidiaba con preguntas sin respuesta. "El set se convirtió en mi terapia. Cada toma era un intento por reconstruirme", admitió.

Detrás del discurso de superación hay datos reveladores:

• Su productora Nuyorican Productions aceleró 3 proyectos posdivorcio
• Incrementó 40% su tiempo de grabación en estudios musicales
• Pasó 6 semanas en retiro espiritual en Bali

La relación Bennifer 2.0 —que revivió en 2021 tras 17 años de su primer fracaso— demostró ser más frágil de lo esperado. Las nupcias de 2022 (tanto el matrimonio relámpago en Las Vegas como la fastuosa ceremonia en Georgia) parecían el final de cuento de hadas, hasta que la realidad impuso condiciones. Fuentes cercanas al actor revelaron a People que los conflictos giraban en torno a estilos de crianza, agendas profesionales y la presión mediática constante.

Lo que queda claro es que Lopez no busca victimizarse. Al describir el divorcio como "el mejor regalo", traza un paralelismo con su primer álbum tras separarse de Marc Anthony: Como Ama una Mujer, donde también canalizó el caos emocional en arte. Hoy repite la fórmula, pero con una sabiduría que sólo dan los tropiezos recurrentes.

Mientras Affleck se refugia en los sets de filmación en Vancouver, ella elige el escenario abierto. Su próximo tour, This Is Me... Now, incluirá por primera vez un segmento autobiográfico donde bailará entre proyecciones de sus propias cartas de divorcio. El mensaje es claro: cuando no puedes controlar la historia, la conviertes en espectáculo.

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