Muere Paul Roberts, coreógrafo clave de One Direction, a los 52 años
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Yelitza EspinozaEsta vez, el dolor llega desde otro ángulo, uno menos visible pero igual de determinante en la historia del grupo.
Fue en las primeras horas del 26 de septiembre cuando las redes sociales comenzaron a inundarse de mensajes de condolencia. Al principio, especulaciones y confusiones: muchos temieron que se tratara de otro exintegrante de la banda. Sin embargo, la verdadera noticia terminó por confirmarse a través de una publicación cargada de emotividad.
"Pablo falleció suavemente en casa, rodeado de su familia. Su partida, al igual que su vida, se llenó de gracia. DEP", escribió Phil Griffin, pareja del fallecido, en la cuenta oficial de Instagram del artista. El mensaje dejó claro que esta vez la pérdida no era uno de los cantantes, pero sí una figura que moldeó parte fundamental de su legado.
Se trata de Paul Roberts, el coreógrafo británico de 52 años cuyo talento ayudó a definir el estilo escénico no solo de One Direction, sino de artistas como Harry Styles en solitario, las Spice Girls y hasta Katy Perry. Detrás de los movimientos que millones de fans imitaron alrededor del mundo, estaba su creatividad.
- Roberts falleció tras una larga batalla contra el cáncer, según confirmó Griffin.
- Su trabajo con 1D incluyó las giras Take Me Home y Where We Are, consideradas clave en la historia del grupo.
- Hasta sus últimos días, seguía activo en proyectos artísticos, incluido un ballet inspirado en Quadrophenia.
Lo llamativo: aunque Roberts fue pieza clave para One Direction durante su era dorada, ninguno de los exintegrantes ha hablado públicamente sobre su muerte. Un silencio que contrasta con los homenajes espontáneos de fans que rescataron videos donde se ve su sello: coreografías que convertían canciones en experiencias colectivas.
Su muerte llega en un momento donde el legado de la banda sigue más vivo que nunca. Justo cuando se especulaba sobre un posible documental de sus años juntos, la partida de Roberts añade un capítulo triste pero necesario a la historia. No era la voz que sonaba en los altavoces, pero sin duda fue una de las manos que ayudaron a moldear el fenómeno.
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