Emiliano Aguilar sorprende en concierto de Cazzu con homenaje a raíces mexicanas

Las cámaras de los teléfonos no dejaban de parpadear, pero hubo un momento en que todas apuntaron hacia las butacas VIP.
Ahí, entre el bullicio, Emiliano Aguilar apareció como un fantasma moderno: jeans rotos, gorra baja y esa sonrisa que heredó de su padre. Las redes explotaron antes de que terminara el primer beat. "Al chile sí quería ir a ver a la Jefa del Trap pero no pude", soltó en sus historias, destrozando cualquier teoría de backstage. La decepción duró poco; los fans inmediatamente comenzaron a tejer sueños de colaboraciones futuras.
Mientras tanto, en el escenario:
Lo que comenzó como rumores de encuentros secretos terminó siendo una lección de música sin fronteras. Los últimos acordes sonaron junto al repiqueteo de botellas de tequila vacías, un eco perfecto para una noche donde lo urbano y lo regional bailaron como viejos amigos.