Ohtani hace historia con tres jonrones y 10 ponches en playoff

La noche del viernes quedará grabada en la memoria de los aficionados no como un simple partido de playoffs, sino como el escenario donde un talento único talló su nombre en letras doradas.
Desde el montículo, Ohtani lanzó con la precisión de un relojero suizo: 10 ponches en 6.2 entradas, permitiendo apenas dos hits. Pero fue en el bate donde escribió su hazaña más deslumbrante. "Nunca había visto algo así", admitiría después un scout veterano entre el estruendo de la multitud. Tres cuadrangulares, cada uno más monumental que el anterior:
Mientras los bullpens se calentaban apresuradamente, el manager Dave Roberts observaba con una mezcla de admiración y alivio. "Sabíamos que llegaría su momento", comentaría después del partido. La predicción se cumplió con creces: Ohtani no solo rompió su sequía ofensiva en los playoffs, sino que lo hizo reescribiendo el libro de récords. Sus tres vuelacercas lo colocaron en una lista exclusiva donde solo figuran nombres como Babe Ruth y Reggie Jackson.
El dato que pone los pelos de punta: antes del viernes, solo tres jugadores de los Brewers habían enfrentado a Ohtani como lanzador. La ventaja psicológica se notó en cada lanzamiento, con rectas que rozaban las 100 mph y curvas que dejaban bamboleándose a bateadores experimentados. Cuando finalmente salió del juego en la séptima entrada, el marcador mostraba un contundente 4-0 que los Dodgers no soltarían.
En las gradas, las conversaciones ya no giraban en torno a si Los Ángeles completaría el barrido contra Milwaukee. El debate era otro: ¿Estamos ante la mejor actuación individual en la historia de la postemporada? Con la Serie Mundial a la vista, Ohtani demostró que cuando se enciende, no hay muro lo suficientemente alto ni lanzador lo suficientemente astuto para detenerlo.