Nogales
Disfrutó de un día lleno de sorpresas e inolvidables momentos, al lado de sus seres queridos y amigos.
Con una emotiva ceremonia religiosa en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Rafaela y Gregorio Navarro, dieron gracias a Dios porque su querida hija Marilú Navarro arribó a la edad de la ilusión.
Después de la ceremonia religiosa, Marilú y sus invitados asistieron a conocido salón, para celebrar con una gran fiesta ese día tan importante en su vida.
Una velada muy agradable fue la que pasaron los asistentes, conviviendo, bailando, disfrutando de todas las sorpresas que se prepararon para la ocasión, además de degustar una rica cena, y una gran variedad de bebidas, bocadillos y postres.
Marilú agradeció a sus padres, por la fiesta bonita que organizaron, así como a los invitados por la compañía, los obsequios y por la inolvidable noche que la hicieron pasar.