México, DF.
Fue declarado formalmente preso por parte de una autoridad judicial federal.
Un juez federal iniciará un proceso penal por tres delitos a Miguel Angel Treviño Morales, considerado el máximo líder de Los Zetas y detenido hace casi dos semanas en el mayor golpe propinado hasta ahora al narcotráfico por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Treviño, de 40 años y conocido como “Z 40”, enfrentará desde un penal de máxima seguridad un juicio por los delitos de lavado de dinero, posesión de armas y munición de uso exclusivo de las fuerzas armadas, según la determinación del juez a cargo del caso, informó el jueves a The Associated Press un funcionario del Consejo de la Judicatura Federal, organismo que supervisa el trabajo de los tribunales federales.
El funcionario habló a condición de no ser identificado porque no está autorizado a hablar del tema por normas internas del organismo.
Los tres delitos le fueron imputados tras su detención el 15 de julio en posesión de dos millones de dólares en efectivo, ocho armas largas y 500 cartuchos de diversos calibres.
La captura, junto con uno de sus presuntos escoltas y un supuesto contador de la organización criminal, fue el resultado de una operación de la Marina mexicana en un camino rural en las afueras de la ciudad fronteriza norteña de Nuevo Laredo.
Treviño está detenido en el penal del Altiplano, una prisión de máxima seguridad en el Estado de México, vecino a la capital. Las autoridades lo consideran uno de los capos más sanguinarios del país.
El proceso penal que inició el juez a Treviño no incluye otros delitos por el que según el gobierno también se le buscaba.
Al anunciar su captura, el vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Eduardo Sánchez, informó que había siete órdenes de aprehensión en su contra y que los delitos por los que se le buscaba también incluyen narcotráfico, homicidio y tortura.
La ley contempla que el juez pueda imputar nuevos cargos a Treviño en el futuro.
El gobierno ha expresado “Z 40” se le ha denunciado por ordenar el secuestro y asesinato de unos 265 migrantes en el estado norteño de Tamaulipas entre 2010 y 2011.
El grupo se formó a finales de la década de 1990 con desertores de fuerzas especiales del Ejército Mexicano. Inicialmente fueron el brazo ejecutor del Cartel del Golfo, pero en 2010 se escindieron y se constituyeron en un organización independiente.