Temen estalle crisis humanitaria Griega

ATENAS, GRE.
Con la frontera de Macedonia cerrada, son cerca de 30 mil refugiados en el país.
Unos 30 mil refugiados y migrantes están atrapados en estos momentos en Grecia, y mientras que la frontera con Macedonia está herméticamente cerrada tras los incidentes registrados ayer, la ONU teme el estallido de una crisis humana en un país ya duramente golpeado por la recesión económica.
Desde la fronteriza Idomeni, Keti Kejayoglu, de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), indicó que en este campamento a las puertas de Macedonia se agolpan unas 8 mil personas, a las que se suman otras 3 mil en dos centros improvisados en las inmediaciones.
Tras los enfrentamientos registrados ayer cuando la policía macedonia repelió con gases lacrimógenos a varios centenares de refugiados que se lanzaron contra la valla exigiendo la apertura de fronteras, la situación es hoy de relativa calma.
Las autoridades del país vecino mantienen cerrado el paso fronterizo e inmovilizado el tráfico ferroviario, por temor a que la apertura de la verja a los trenes pueda provocar una nueva embestida.
Según señalaron los medios locales presentes en el lugar, la avalancha de ayer se produjo tras correr el rumor de que la frontera había abierto.
Del lado griego esperan cuatro trenes y del macedonio otros seis en espera de que la frontera reabra en algún momento.
En Atenas, los cuatro centros de acogida que se han habilitado entretanto están repletos como también el puerto del Pireo, donde esta mañana había unas 3 mil 400 personas, a las que se sumará previsiblemente otro millar a lo largo del día, pues se espera la llegada de un nuevo transbordador desde las islas.
Según Kejayoglu, las organizaciones de ayuda apenas dan abasto para hacer frente a esta nueva escalada de la crisis de refugiados y según señaló la citada portavoz de ACNUR, uno de los problemas más acuciantes en el Pireo que no hay suficientes alimentos para satisfacer las necesidades.
Centenares de inmigrantes se agolpan también en la plaza Victoria, en el centro de Atenas, esperando su oportunidad para continuar su camino hacia el norte de Europa.
El cierre de la frontera es la principal preocupación de Rehan, paquistaní de 23 años, que salió de su país solo, dejando a su familia atrás. Atravesó Irán y Turquía para llegar finalmente a Grecia, donde no quiere quedarse. Su objetivo es llegar a Alemania, donde tiene amigos y a su hermana.
Abandoné Pakistán porque no estaba seguro, aunque tenía un buen trabajo. Lo dejé todo para ponerme a salvo”, dijo.
Rehan asegura que no ha tratado de cruzar todavía la frontera, aunque lo hará pronto: “en una semana o dos, lo intentaré una y otra vez hasta que lo consiga”.