Renueva PRI estatutos sin voces discordantes

Ciudad de México
Sin discusión alguna, el PRI aprobó por unanimidad cambios a 98.4% de sus Estatutos, para recuperar las preferencias electorales rumbo a 2018, con la creación de un sistema interno anticorrupción, el castigo a abusos, prepotencias y traiciones de sus militantes; abrirse a candidatos externos y obligar a sus integrantes a mantener contacto permanente con la sociedad.
“Con energía, pasión priista y ciudadana vamos a ganar la confianza de los mexicanos y a mantener el gobierno, para seguir siendo el partido que transforma a México”, dijo la secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, al abrir la plenaria de la XXII Asamblea Nacional.
Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, dijo que con estos resultados “hoy hemos desmentido a quienes pensaron que esta Asamblea iba a generar desunión; se equivocaron de nueva cuenta nuestros detractores; este partido político es plural y en la diversidad encuentra su fortaleza”.
Además, prometió que el PRI ganará carro completo en 2018, porque refrendará la Presidencia, ganará el Congreso de la Unión, las nueve gubernaturas y todos los congresos estatales y alcaldías que están en competencia.
Manlio Fabio Beltrones, Verónica Martínez, Graciela Ortiz, José Francisco Yunes y Jorge Carlos Ramírez Marín, quienes el miércoles fungieron como presidentes de las mesas nacionales, se encargaron de presentar un resumen de los cambios más significativos en los temas de Visión de futuro, Declaración de principios, Ética y rendición de cuentas, Programa de Acción y Estatutos.
Receptáculo de todos los cambios que decidió el partido, los Estatutos fueron modificados en 98.4% de su estructura actual, para permitir que el PRI acepte candidatos externos a puestos de elección popular; retirar la exigencia de 10 años de militancia a los priistas que busquen ser el candidato presidencial; obligar a sus militantes a asumir compromisos contra conductas antiéticas.
Estableció como requisito que sus candidatos a puestos de elección popular jamás hayan tenido comportamientos de violencia misógina; les exige a todos sus militantes utilizar con responsabilidad las redes sociales; de igual manera, le puso fin a los plurinominales eternos, al establecer que deben someterse al voto directo, si quiere mantenerse en una posición de elección popular.
Acordó castigar a los traidores del partido, ya sea porque hacen proselitismo en apoyo a candidatos de otro partido o por realizar actos de desprestigio de las candidaturas sostenidas por el partido, amén de que obliga a los servidores públicos priistas a rendir informes periódicos y abrir audiencias públicas.
En Declaración de Principios, reafirmó su compromiso con los derechos humanos, democracia, igualdad de género, inclusión de jóvenes, desarrollo sustentable; derecho a vivir en paz y seguridad; rechazo a la violencia contra mujeres y a corrupción.
En su Programa de Acción, el PRI fijó 84 líneas para trabajar contra la inseguridad, pobreza, desigualdad y generar el éxito de las reformas estructurales aprobadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto; busca mejorar la calidad de vida de los policías, apoyar a las Fuerzas Armadas para que cuenten con el marco legal que los proteja; impulsar un padrón único de los programas sociales y la mejora del sistema de recaudación y distribución de la riqueza nacional.
Para las tareas de anticorrupción, los priistas aprobaron un nuevo Código de Ética Partidista, que ordena a todos sus militantes a cooperar en las tareas de combate contra comportamientos que dañan la imagen del partido.
Este Código ordena a los priistas a asumir como principios éticos la legalidad, lealtad, honestidad, imparcialidad, transparencia, rendición de cuentas, congruencias y responsabilidad; además, crea la Comisión Nacional de Ética Partidaria, a nivel central y de los estados, que se integrará por un mínimo de cinco y un máximo de 11 priistas que tengan una trayectoria intachable.
Esta Comisión recibirá “denuncias de actos violatorios de las disposiciones contenidas en este Código, determinar su procedencia o improcedencia: investigarlas, sustanciarlas, resolverlas y, en su caso, con el predictamen correspondiente remitirlas a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria para efectos de imponer la sanción que corresponda”.
Y en cuanto a la Visión de Futuro, el PRI reconoce el poder de las urnas, que ha impuesto la pluralidad y eso “ha dado lugar a la fragmentación del poder público, planteando nuevos retos a la gobernabilidad del país. Por ello, es necesario aprovechar las recientes reformas a la Constitución, para que el desempeño institucional favorezca acuerdos responsables, estables y duraderos”, como son los gobiernos de coalición.
Con este tipo de cambios, Enrique Ochoa Reza aseguró ayer que se equivocan quienes anticipan que en 2018 el priismo perderá las elecciones, y anticipó que esta Asamblea generó la unidad del partido en torno de un proyecto de nación que busca su mejora constante.