Agentes de Tránsito salvan a niña y dos adultos de entre las balas

Nogales
Una niña y dos adultos fueron rescatados por agentes de Tránsito Municipal en medio de la nutrida balacera ocurrida en la calle Tecnológico.?
En el primer caso una niña de entre 8 y 9 años de edad quedó atrapada al iniciar la balacera dentro de un auto negro tipo Suburban a un costado de una farmacia.?
Los agentes de Tránsito, Juan Castro Sesteaga, de 42 años de edad, y Francisco Ramírez Quezada, de 38 llegaron en sus motocicletas para apoyar a sus compañeros, quienes pidieron ayuda por radio. ?
“Al llegar a la zona del enfrentamiento escuché a una mujer que lloraba y pedía ayuda ya que su hija estaba dentro del auto”, dijo Juan Castro, “por lo que yo decidí primero protegerlos antes de enfrentarme a los sicarios”.?
El oficial Castro se lanzó hacia el auto, localizando a la niña refugiada en el portamaletas, llorando y temblando de miedo.
“Vi sus lágrimas en sus mejillas”, dijo.?
Al jalar a la niña al asiento posterior los sicarios dirigieron los balazos hacia la suburban, con la niña y el oficial dentro. ?
“La jalé hacia afuera y abajo del auto, nos refugiamos tras los rines de las llantas, ya que lo balazos pasaban por arriba y abajo del carro que quedó con todos los vidrios destrozados”, dijo.?
“Ahí tuve abrazada a la niña y a la madre, quienes no paraban de llorar…”, comentó, hasta que bajó la intensidad de balazos.?
Cuando bajó la intensidad de los balazos, el oficial tomó a la niña y su madre y las llevó a resguardar a un restaurante donde las entregó a un empleado para que las resguardara.?
El oficial volvió a la zona de combate a apoyar a sus compañeros.?
Mientras esto ocurría, de manera simultánea, el oficial de Tránsito, Ramírez Quezada, llegó hasta la zona de la balacera, a un lado del expendio de cerveza.?
A unos metros del enfrentamiento principal, dos adultos se refugiaban detrás de un auto repartidor de agua y pedían ayuda y en su nerviosismo no sabían qué hacer.?
“Yo me acerqué y los saqué de la zona de la balacera. Los dejé en un parapeto, detrás de una pared, y después corrí a ayudar a mis compañeros”, comentó.?
Los dos oficiales de Tránsito apenas recuerdan a las personas a las que le salvaron la vida arriesgando la suya propia.
“Cumplimos nuestro deber con los ciudadanos”, coinciden ambos.